Las Gloriosas dicen adiós a la Copa de una manera cruel

Las Gloriosas comenzaron el partido con decisión, como si tuviesen que remontar una eliminatoria, y se volcaron sobre el área rival. El asedio fue total y en una cabalgada de Raquel, una defensora del DUX la zancadilleó cuando ya se internaba en el área sin oposición alguna. Sara Carrillo se encargó de transformar la pena máxima e inauguró el marcador de un partido en el que, hasta ese momento, solo había comparecido el Alavés.

Con el 1-0, el cuadro albiazul siguió buscando ampliar su renta, mientras el elenco de Héctor Blanco trataba de achicar agua en su propia área. Las llegadas de las jugadoras de Esteban eran constantes y Monente estuvo cerca de ampliar la ventaja con un tiro lejano que se fue desviado. Vivía tranquilo el conjunto babazorro, pero, en una buena salida de balón, el DUX logró conectar con Martuka a la espalda de la zaga y esta puso un centro al área pequeña que Laura Martínez, en su intento por despejar la pelota, la dejó muerta para que Justina pusiera el 1-1 a placer e igualase la contienda.

El gol no varió el plan del equipo vitoriano, que siguió atacando para volver a ponerse en ventaja en el tanteador. Y estuvo cerca de hacerlo tras una jugada embarullada que finalizó con una defensora del DUX evitando el gol de Alba sobre la línea de gol. La colegiada señaló el camino de los vestuarios y el empate que campeaba en el marcador era decepcionante para las jugadoras de Andrea Esteban, que hicieron méritos suficientes para disponer de un resultado favorable.

La segunda mitad siguió el mismo guion y el Alavés fue el amo y señor de la posesión y de las ocasiones. Llegó a encadenar varios saques de esquina hasta que en uno de ellos llegó el merecido premio de la segunda diana. Monente sirvió un córner que Elene le devolvió. La mediocentro puso un centro envenenado que la portera del equipo riojano no pudo alcanzar e Inés anotó el 2-1 a portería vacía. El cuadro logroñés reclamó una falta a Mai en el salto y esa acción caldeó el partido, que elevó su intensidad y los parones comenzaron a ser frecuentes.

La sensación sobre el campo era de control albiazul. Mai salvó en varias ocasiones a la escuadra riojana, como en un disparo de Tere desde el punto de penalti y en un testarazo de Inés, que supo sufrir y mantenerse viva en la eliminatoria. Cuando el partido languidecía, el fútbol fue de nuevo cruel con el Alavés y con los 90 minutos reglamentarios superados, Keefe puso el 2-2 que mandó el duelo a la prórroga.

El tiempo extra transcurrió sin ocasiones a causa del desgaste físico. La ausencia de oportunidades y el ritmo plomizo del partido hacían presagiar que el encuentro se resolvería en los penaltis. Pero Martuka no quiso esperar y en el minuto 105 probó suerte con un disparo cruzado con el que batió a Laura Martínez. El Alavés intentó neutralizar el 2-3, pero con más corazón que fútbol. Y en una falta lateral el DUX Logroño firmó la sentencia con un disparo de Keefe a la escuadra.