Tania Calvo busca mejorar sensaciones en Hong Kong

Como declaraba su entrenador Javier Sola a EL CORREO, «tenemos que bajar dos décimas para aspirar a más». Se refería a volar por debajo de los 10 segundos. Calvo ya casi lo hizo el año pasado, con un excelente tiempo de 10.098. En ciclismo en pista, cada décima cuesta un mundo. Es una lucha constante contra el reloj y contra uno mismo.

En Minsk, Calvo cayó en dieciseisavos ante su gran rival, la británica Capewell tras marcar 11.089. En Glasgow, un problema con el montaje del desarrollo la lastró en el desarrollo de la primera criba, los 200 metros, con un tiempo de 11.504 que le situó en la trigésima cuarta plaza y no le permitió acceder a la clasificatoria. A perro flaco.., ya se sabe. En la velocidad por equipos, un octavo puesto con un tiempo de 33.763 fue lo más reseñable en la cita bielorrusa. En tierras británicas, 43 milésimas apartaron a la pareja española de conseguir el pase a dieciseisavos.

¿Qué se puede esperar, entonces, de la comparecencia de la ciclista alavesa en China? Se busca una mejora importante. Al fin y al cabo, ya casi no tiene nada que perder. Las malas sensaciones han acompañado a los resultados discretos. La gasteiztarra se estrena este viernes con las clasificatorias de la velocidad por equipos para continuar el sábado con las clasificatorias de 200 metros para la velocidad individual.

La Copa del mundo inicia en China un periplo lejano que le llevará después a Cambridge, en Nueva Zelanda, entre el 6 y 8 de diciembre, y a Brisbane, en Australia, del 13 al 15 diciembre, prueba con la que se cerrará el año.