Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Con el escenario perfecto, la afición volcada y un partido de los denominados 'asequibles', el Rpk Araski compareció en su torneo como anfitrión, consciente de que el control de las emociones sería uno de los puntos determinantes. Urieta confeccionó un guion perfecto con una ... ejecución precisa desde el triple, con Binta Drammeh como protagonista. El sueño pudo ser realidad si la ventaja de 16 puntos hubiese encontrado una pausa. Pero la segunda parte fue de Andrea Vilaró. La barcelonesa lideró la remontada de su equipo que pegó más y fue sancionado menos, como muestra la diferencia de 9 faltas más en contra de un Araski poco dado a endurecer los partidos.
Desde el esplendor de un primer cuarto de ensueño, la eliminatoria parecía decantarse para un cuadro local extramotivado que, de tres en tres, seis triples en el primer período, dinamitó la canasta ilerdense. En ese juego alborotado y de descontrol controlado, las gasteiztarras se manejan mejor. La todoterreno Drammeh enamoraba en Mendizorroza con su voracidad y acierto de cara al aro (21 puntos). El rebote ofensivo también permitió segundas opciones para una poderosa Umi Diallo que sí utilizó su poderío físico para hacerse grande en la pintura, superando siempre a la jamaicana Richards. Al cierre del primer acto, el 24-11 hacía creer, alimentar la fe que seguía moviendo una montaña rocosa como es la escuadra catalana, que continuaba sin comparecer en el choque, abrumado por un gigantesco equipo verde.
Cadí La Seu
Díaz (10), Kraker (4), Vilaró (21). Bahi (3) y Hempe (10) -cinco inicial-; Sklepowicz, Etxarri 86), Pujol, Aijanen y Richards (12).
66
-
60
RPK Araski
García, Roberson (11), Drammeh (21), Edwards (17) y Pardo 83) -cinco inicial-; Molinuevo, Estebas, Van den Adel (4) y Diallo (4).
Parciales: 11-24, 17-13 (28-37 al descanso), 15-5 (43-42) y 23-18.
Árbitro: Mariano Palomo, Asunción Langa de Martín y Laura Piñeiro.
Incidencias: Casi lleno en el pabellón de Mendizorroza.
La renta subía a la máxima de 16 puntos (31-16) tras una canasta de la siempre eficaz Ariel Edwards (17 puntos). Quizás todo parecía tan fácil, tan hermoso, que algo se desconectó de la cabeza de las vitorianas. Dos minutos de sequía, suficientes para que Vilaró cogiera las riendas para no soltarlas. Un parcial 0-9 daba el primer aviso, mientras la alero sueca seguía a lo suyo, sumar y sumar desde 6,75 para camuflar unos pésimos porcentajes de los locales (22%) . Con margen para la reflexión, el choque se fue al descanso con ventaja local (37-28). Urieta necesitaba más efectivas que Roberson, Edwards y Drammeh para plantar batalla.
Subió la temperatura del encuentro en una segunda parte donde los contactos tuvieron criterios dispares. Pero que no sirva de excusa. El Araski no vio aro, casi ni lo olió, en un maldito cuarto donde sólo anotó cinco puntos. Si no se tira, no se anota. Un parcial 0-9, con 10 puntos en el cuarto de Vilaró, ponían por delante al conjunto catalán.
El volver a empezar pesó mucho en las piernas y cabezas de las jugadoras alavesas. Ni Izaskun García ni Paula Estebas supieron darle la pausa necesaria al partido. La vizcaína, puro corazón, intentó varias entradas a canasta eléctricas, pero sin premio. Los errores bajo aro desesperaron a Edwards o a la propia Diallo, nada fluía como en el primer cuarto. Una antideportiva a Vilaró inexistente pareció encender la chispa con cuatro puntos consecutivos para recuperar el mando (48-46).
Emergió la figura de Hempe, desparecida durante treinta minutos, para salir al rescate de las visitantes. Araski insistía en dinamitar el choque por la vía rápida. Un triplea de Binta, otro de la capitana Laura Pardo devolvían la ilusión (54-52). Todo a golpe de corazón vitoriano, a pesar del atasco en su salida de máquinas. De nuevo otro partido gris de Natalie Van Den Adel. El parcial 19-42 en la segunda parte fue determinante. Y otra vez Andrea Vilaró, para matar y rematar su obra de arte. Esta jugadora llama a la selección. No hubo más Araski, ni réplica posible. No fue superior Cadí La Seu, pero llegó al partido en el momento preciso. Las de Made Urieta sólo pudieron recorrer la mitad del camino para decir adiós con la cabeza alta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.