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Olga Jiménez
Salamanca
Jueves, 5 de marzo 2020, 22:55
Las jugadoras del Araski no escatimaron en abrazos, dedicatorias y lágrimas de emoción. La mejor del partido, Tania Pérez, repetía su frase de cabecera estos días. Como un presagio. «La hemos liado, con el esfuerzo de todas, sacando el corazón. Es una alegría inmensa», explicaba ... con voz entrecortada y fundiéndose en un gran abrazo con el cuerpo técnico. La primera Copa de la de Santa Coloma de Gramanet apunta bien.
La veteranía de María Asurmendi tampoco se desvió del discurso emotivo. «Ha sido David contra Goliat en una segunda parte que se nos ha puesto todo muy en contra, después de la lesión de Izaskun, los problemas de faltas de nuestras pívots y sin oxígeno. Una victoria a la heroica que sabe aún mejor», sonreía la navarra que quiere la cuarta Copa en su palmarés.
Made Urieta comparecía después de sus jugadoras. Aun con la tensión en su rostro, la entrenadora alavesa reconocía que «en los 20 años que llevo entrenando, lo que hoy han hecho estas tías es lo más fuerte que he visto en mi vida. Contra un arbitraje duro, sin apenas rotación, pero la solidez defensiva y la capacidad infinita de competir han podido con todo. Estoy orgullosa de todas ellas porque se lo merecen».
La capitana Laura Pardo resumía el duelo: «Hemos puesto el corazón y a eso no nos gana nadie».
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