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Nada se acercó a la ilusión con la que el Araski había viajado a su cuarta cita copera. Con el aval de equipo guerrero, competitivo, molesto, las vitorianas no mostraron su mejor versión, todo lo contrario. Sobrepasadas desde el primer minuto, tal vez por el ... ambiente adverso o por un mejor planteamiento del conjunto zaragozano, un primer acto de paupérrima cosecha anotadora, solo 6 puntos, por 17 de las anfitrionas, hacía sospechar que la empresa podría superar la gesta e incluso la épica habitual a la que se agarran las alavesas. Con la losa del poco acierto, con las penetraciones de Txell Alarcón como salvavidas, sin Atkinson en plenitud, el Araski se hizo pequeño, minúsculo ante la superioridad de Gatling bajo los tableros , 19 puntos, 29 de valoracion, el acierto de la muñeca de seda de la alemana Fiebitch (17 puntos) y sobre todo, la base catalana Mariona Ortiz poniendo en la pista su baloncesto «delicatessen», para ordenar y gobernar a su antojo. El mal arranque trajo un segundo período aún peor, a pesar de las soluciones defensivas en zona, las constantes rotaciones estériles, sin Asurmendi ni Flor Chagas capaces de imponer un juego coherente. Un triple de Fiebich estiraba la diferencia a los 22 puntos (34-12, minuto 18), ante la frustración verde cuya marea en la grada se contagiaba de las cabezas gachas de sus portagonistas. Con todo y a pesar de la tormenta, el corazón verde dio para sumar dos triples de Burani y Asurmendi para contener el sofocón e irse al descanso con menos sonrojo (34-18).
Acostumbrados a reacciones imposibles, apelando a la magia y las sorpresas que ofrece la Copa de la Reina, quien más quien menos esperó el paso hacia adelante en defensa, endurecer el choque, incomodar, resistir y voltear la situacion con el ADN Araski por bandera.
Una reacción a medias
Cinco minutos para soñar. El tercer cuarto, el arranque de Nat Van den Adel y Txell Alarcón, un triple de White, quizás no con el baloncesto más ordenado pero impregnado de necesidad y deseo, un parcial 0-8, colocaba a las gasteiztarras a 8 puntos (37-29, minuto 25). Parecía el momento de apretar dientes, de buscarle las cosquillas a un rival al que los fantasmas de los dos partidos de liga regular le aparecieron por momentos. El técnico Carlos Cantero supo espantarlos, con un prodigioso tiempo muerto para llamar al orden. La respuesta, un arrollador parcial 16-0, con la quinta marcha ya en las zaragozanas y el sudor frío en el Araski. Un triple de Helena Oma ponía la máxima renta del choque (53-29, minuto 28), una sentencia dura e indigesta para afrontar un último cuarto sin opciones.
Urieta siguió con pruebas, dejó sin bases a su equipo, con Van den Adel en esas funciones, con un equipo pequeño. No fue el día de las pívots Diarra, White o Burani. Hubo tiempo para los premios, decidido el encuentro, las canteranas tomaron el protagonismo, con el debut histórico de otras dos vitorianas en una Copa de la Reina, Marina Ortiz de Zárate y Maider Castellano. Costará digerir el batacazo pero los objetivos siguen. Toca pelear por entrar en el play off por el título.
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