María Asurmendi seguirá un año más como base del Kutxabank Araski

A sus 34 años, su identificación con el club verde es total. «Tenía claro que quería continuar. La temporada pasada fue espectacular, de menos a más, tanto a nivel individual como colectivo fuimos creciendo hasta la Copa de la Reina, en la que me quedé con ganas de mucho más. En Araski me he sentido como en casa, es una segunda familia, tengo todo lo que necesito y soy feliz», ha declarado.

Talento y experiencia avalan a la jugadora nacida en Pamplona, que cumplirá su decimoquinta campaña en Liga Femenina, tras su paso por Arranz Jopisa Burgos. Después llegaron Cortegada, UNB, Cadí La Seu, Conquero, Gernika y Perfumerías Avenida.

Precisamente en Burgos, en aquel año 2006, coincidió con Anna Cruz. De allí surgió una amistad que con el tiempo ha supuesto una de las razones por las que la catalana, campeona de un anillo WNBA, una Euroliga y varias medallas con la selección española, haya tomado la decisión de firmar por la entidad alavesa. «Somos amigas, yo le expliqué a Anna qué es Araski, cómo me siento aquí, cómo es Made en el banquillo y finalmente ha decidido formar parte de este club. Estoy encantada de volver a tenerla al lado en la pista», ha reconocido.

Con Asurmendi y Cruz, son dos las piezas confirmadas ya para la próxima temporada. Un proyecto que volverá a tener un marcado perfil de jugadoras nacionales.

Tras la renovación de la navarra, llegarán también las de Izaskun García, Laura Quevedo y Tania Pérez, además de la capitana Laura Pardo y Cristina Molinuevo, cuya continuidad en la primera plantilla dependerá de su situación académica. La vitoriana compatibiliza el baloncesto profesional con sus estudios de Medicina.