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Made Urieta anima a sus jugadoras durante la semifinal. José Vicente
Una docente en el banquillo

Una docente en el banquillo

La didáctica Made Urieta adiestra a un grupo de corazón tan verde que enorgullece a una ciudad amante del baloncesto

Sábado, 7 de marzo 2020, 16:47

En esta era de gritos, aspavientos, cortes metafóricos de venas y broncas en los banquillos se agradece -y mucho- la docencia de Made Urieta. Nada rácana anda de pasión la entrenadora del Araski, pero se muestra muy apta para enviar las emociones por los surcos ... correspondientes hasta la cabeza. Sus tiempos muertos -vivos, más bien- resultan una delicia en época de rostros crispados, presunciones de culpabilidad lanzadas a los dueños del juego, pizarras ajadas por los enojos e inútiles períodos de reflexión. Estoy recordando minutos vacuos o baldíos de esos que protagoniza algún veterano técnico de la Euroliga (no se trata de Dusko Ivanovic, quede constancia por escrito) en los que nada dice durante 56 segundos y en los últimos cuatro grita «¡rebote!».

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