Made Urieta celebra veinte años de entrenadora en Tokio

Es otro reconocimiento más. Como cuando en 2016 (repetiría dos veces más) la Asociación de Entrenadores Españoles la consideró la mejor tras ascender al Araski a la máxima categoría. Desde entonces, acumula dos semifinales de Copa (2017 y 2020) y otra de Liga (2017) además de ser premiada en la campaña 2019-20 como mejor entrenadora de la Liga Femenina Endesa. Compagina su labor con los puestos de vicepresidenta, tecnificación de jóvenes y directora deportiva.

Son los frutos del esfuerzo de la que fuera pívot del Aurrera y Abaroa antes de dar un paso a un lado para dar instrucciones desde la banda. Era 2001. Poco más tarde se licenció en diseño gráfico. Lo mismo creaba un logotipo que un sistema de ataque. Siempre a la carrera, alegre, rebote y transición. Impregnando su sello desde Mendizorroza y formándose en las categorías inferiores de la selección. Vitoria, ciudad de baloncesto, con el Baskonia en lo alto pero con un cuarto de siglo sin élite femenina, se encomendó al Araski y a Urieta para crecer de la mano.

Como a la mujer invisible en los Cuatro Fantásticos, los techos se le quedan pequeños. Sencilla, con pedigrí; esa apariencia de quien todo lo puede. Es su forma de vida.

«Crea un sueño, cree en él y haz que suceda», es su biografía de Twitter. Urieta tratará de poner su granito de arena y su afición por la psicología en una situación complicada para la selección española, que viene de caer en cuartos del Eurobasket y quedarse fuera del próximo Mundial.

Antes en las duras y ahora en las maduras ha estado rodeada de jugadoras a las que ha propulsado en sus carreras. Como a Laura Quevedo, fichada por el Estudiantes y último descarte de Mondelo. Integran la lista Tamara Abalde, que se acerca a casa, al Ensino Lugo, y el mejor proyecto del baloncesto nacional, Raquel Carrera. Nunca antes una española había sido escogida en una posición tan alta (15ª, Atlanta Dream) y pocas veces se gana una Eurocup anotando dos tiros libres en el último segundo. Un talento especial cincelado por una Urieta, que ha convertido Mendizorroza en un centro de alto rendimiento.

La selección se verá en Tokio muy reforzada con la incorporación de Alba Torrens, que fue baja en el pasado Eurobasket por coronavirus, al igual que Tamara Abalde. La Serbia de Vasic y Jovanovic, verdugo hace un mes, Canadá y Corea del Sur serán las rivales de un grupo en el que se clasificarán para cuartos las dos primeras y dos de las tres terceras. Mientras asoma el relevo de una generación de oro, Laia Palau será la capitana por último verano. Con 310 partidos internacionales hasta el momento y 41 años, dos años mayor que Made Urieta.