Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Quizás la primera piedra del próximo proyecto del Kutxabank Araski, el sexto en la máxima categoría, ya esté puesta. «Mi idea es seguir. Me siento muy afortunada de pertenecer a este proyecto. Estoy orgullosa de pertenecer a esta familia. Creo que puedo seguir creciendo ... con ella y ella conmigo», subrayó ayer Made Urieta en una comparecencia donde realizó balance de la temporada recién concluida. Si no hay sorpresas, la renovación es cuestión de tiempo.
El conjunto vitoriano perdió todas sus opciones de entrar en el play off tras un mes de marzo deficiente, con cinco derrotas y sensaciones de cansancio mental y físico en la plantilla. Sin Copa de la Reina y sin play off esta campaña, regalos que se han disfrutado y saboreado en temporadas anteriores, sobre todo la del debut en liga femenina en 2016-17 en la que se llegó a semifinales en ambos casos y que fue, sin duda, la mejor en la corta historia en la élite del club o el año pasado, con una edición copera en Salamanca para enmarcar donde los seguidores vitorianos ofrecieron el espectáculo en la grada, a la par que su equipo en la pista.
En esta quinta campaña, la undécima posición en la clasificación de la liga regular, habla de menos brillo, tal vez provocado por todas las dificultades que han surgido por el camino, incluido el Covid. «No hemos sido todo lo regulares que nos hubiese gustado. Creo que hemos competido en prácticamente todos los partidos salvo dos durante la temporada y eso es algo positivo. El balance es positivo porque podemos disfrutar del equipo una temporada más en liga femenina», explicó Urieta.
La entrenadora del equipo alavés reconoció que el equipo «ha tenido varias notas durante la temporada. En algunas partes hemos estado con el aprobado justo, ha habido otras donde hemos estado en un notable. Le pondría un bien. Somos un club ambicioso, pero también somos realistas», precisó.
De su mano el equipo logró una ascenso inesperado en la temporada 2015-16 y ha sabido sostener un proyecto cuyo objetivo principal cada campaña ha sido la permanencia. Es cierto que la plantilla que se confeccionó esta campaña invitaba a cotas mayores, pero el resultado no ha sido el esperado. El fichaje de Anna Cruz y su posterior marcha, la lesión y posterior retirada hace unas semanas de Tania Pérez, han sido algunos de los sucesos no esperados.
Varios aplazamientos por Covid alteraron además el calendario para llegar a un mes de marzo con cinco partidos y cinco derrotas. La temporada no se entiende sin destacar a una jugadora sobre el resto: Laura Quevedo. En el año de su explosión definitiva, ha sido el referente ofensivo y el termómetro de su equipo. Sus números le avalan con 12,9 puntos, 3,1 rebotes, 1,3 asistencias y 10,5 de valoración. Es una de las jugadoras que se ha revalorizado y cuya continuidad queda en el aire.
Respecto al futuro, dependerá del «balance económico. El daño que ha supuesto no haber público, la pérdida de patrocinios y tomar decisiones. Queremos devolver confianza a las jugadoras que se quieren quedar» afirma Urieta, que, en principio, dirigirá un sexto proyecto en la elite con Kutxabank Araski.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.