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Hubo opciones de poder llevar a la prórroga un partido que se consumía en la sequía ofensiva de las vitorianas. Solo 23 puntos en la segunda parte. Y lo tuvo en su mano a falta de tres segundos María Asurmendi, pero cuando se va al ... límite todo se complica. La derrota en Lugo no entraba en los planes, pero cuando te enfrentas a tu alter ego, un equipo que te busca el error desde una defensa zonal, el que más resiste se lleva la victoria. Y para el Kutxabank Araski la derrota supuso despedirse de las opciones de disputar la Copa de la Reina.
Ensino
Hempe (21), Stanacev (4) , Gimeno (23), Aliaga (3), Prieto (7) -quinteto inicial- Van Den Adel (5), White (4) y Bogicevic (3).
70
-
67
Kutxabank Araski
Abalde (10), Asurmendi (15), Quevedo (21), Cruz, Seda (2) – quinteto inicial- García (7), Molinuevo, Pardo y Adams (12).
Parciales 23-24, 16-20 (39-44 al descanso), 20-10 y 11-13.
La primera parte para las vitorianas fue de menos a más. El acierto desde el triple, con Laura Quevedo de nuevo imprescindible con sus 21 puntos, y la omnipresencia de Tamara Abalde armaron de confianza a una plantilla de nuevo mermada por la ausencia por lesión de Tania Pérez. La catalana pone alma y corazón y deja un vacío difícil de llenar.
La amenaza de las pívots de Durán Ensino fue de principio a fin. Entre la americana Hempe y Vega Gimeno, sumaron 44 puntos, más de la mitad de los 70 de su equipo. Imparables y determinantes. Pero Izaskun García salió con la muñeca caliente para anotar dos triples y 8 puntos consecutivos hasta poner por delante a las suyas al cierre del primer cuarto (23-24). La aportación de Joy Adams puso un punto físico al encuentro para completar un excelente segundo cuarto. La defensa en zona alavesa volvió a atascar a su rival, que solo desde el tiro libre podía soportar la productividad ofensiva, hasta llevarse el choque a su terreno con una máxima de 7 puntos (37-44, minuto 18).
Después del 39-44 la salida de vestuarios enfrió la maquinaria vitoriana y encendió la sala de motores impulsada por una extraordinaria Stanacev. La base serbia repartió 10 asistencias y dio coherencia al ataque gallego. Los triples vitorianos no llegaban y los porcentajes se reducían peligrosamente. Tras el 52-54 con canasta de Quevedo, un parcial de 12-0 en contra dejaba al Araski en el límite.
La base navarra Asurmendi volvió a asumir la responsabilidad. Con valentía y personalidad mandó, anotó y se dejó la piel por equilibrar el partido. Pero fue insuficiente. El equipo echó de menos a Anna Cruz, gris y sin puntos. Seda estuvo incómoda y solo anotó 2. Y con todo, Araski se armó de coraje para rozar la prórroga en el último tiro.
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