Cruel derrota de un buen Rpk Araski en La Seu

El Araski acudía con la firmeza de poder quebrantar la muralla de su verdugo, el que les apeó de las semifinales de la Copa de la Reina, el que les sometió a duros correctivos, el último por 25 puntos el pasado mes de abril. Pero este Araski no es el mismo, y este Cadí la Seu sin Andrea Vilaró tampoco, aunque se le parece. Su heredera, Yurena Díaz, volvió a liderar y la capitana Bahi, a ejecutar. Mano a mano siguen siendo las piezas clave de esta escuadra que se estrenará en la Eurocup. Ir por delante durante más de 39 minutos del duelo no es sencillo, pero las vitorianas salieron con el gatillo fácil dispuestas a romper el maleficio.

El primer cuarto fue un recital del Araski, con Tania Pérez desatada y extramotivada tras regresar a la que fue su casa durante seis temporadas. Dos triples de la barcelonesa, la mejor de las vitorianas con 12 puntos, la puntería de Quevedo y la primera aparición de la recién llegada Aishah Sutherland establecieron las primeras diferencias de hasta 8 puntos (11-19). A la americana se le notó la falta de ritmo y el exceso de individualismo. La construcción desde la defensa llevó pronto a Tamara Seda al banquillo con dos faltas. Su alter ego, Tinara Moore, haría lo propio en el Cadí. Ambas serían decisivas en el momento de la verdad.

El nuevo Araski se desenvolvía con soltura, manejando el ritmo, con acierto en la media distancia, con porcentajes por encima del 40 por ciento. Era la escuadra de Bernat Canut la que remaba a contracorriente, con el agua al cuello pero sin sensación de ahogo. La presencia de la WNBA Sydney Wiese aumentó la amenaza exterior con dos triples de categoría. Respondía Van Den Adel y Cristina Molinuevo con otros dos para aumentar la diferencia a los 10 puntos (23-33). Los tiros libres daban oxigeno a las locales, que no se desenganchaban del choque. Es difícil desarmar por completo a un conjunto tan sólido. Con 29-35 al descanso, el camino estaba trazado, aunque sin exceso de confianza.

La entrada al tercer cuarto del Araski fue un volcán. Quizás los mejores minutos ofensivos, con fluidez en la circulación de balón, con transiciones rápidas. La incidencia en el juego de Tamara Seda volvía a poner por delante a su equipo con un parcial 2-11 para establecer la máxima del choque (31-46). En ese momento de euforia contenida, el Cadí La Seu pertrechaba su plan B, con Moore como heroína. Siete puntos consecutivos de la americana en el poste bajo encendían una primera alarma. El Araski se marchó por momentos del partido, encajando un parcial 13-1 (44-47). Cinco eternos minutos sin anotar encontraron en un triple de María Asurmendi una bocanada de aire fresco. La jugadora navarra siempre está y marca la diferencia, aunque fuera sancionada hasta en dos ocasiones con unos pasos que lo fueron.

Se llegó al último cuarto con cierta urgencia para las de Urieta. El Cadí La Seu seguía aprovechando la ventaja de los 21 tiros libres que transformó y el rebote ofensivo. Moore y Seda se batieron en duelo en los momentos calientes. La primera marcó el paso de su equipo, que de menos a más seguía buscando la remontada definitiva. Se resistía un orgulloso Araski, negado con el aro, pero de pie, aguantando las embestidas locales.

Consistía en aguantar, en ver la meta cerca y sobrepasarla. La capitana Bahi sumaba un triple que empataba el choque (58-58), Quevedo anotaba un tiro libre. En un agónico final, Moore cometía una falta en ataque. Sólo restaban 16 segundos, un suspiro, en el que Asurmendi cometía unos pasos, y Georgina Bahi apuntillaba su excelente actuación con un triple ganador para colocar la sentencia definitiva (61-59) después de ir por delante durante 39 minutos.

Difícil digestión para una derrota muy cruel en un completo partido con mucho ADN Araski. Sin tiempo para demasiadas lamentaciones, el baloncesto les dará otra oportunidad a las jugadoras de Urieta el próximo miércoles ante el Valencia al amparo del templo de Mendizorroza.