El Araski humilla al campeón

Cinco triples casi consecutivos en el primer cuarto, con especial mención para el partido completo de la americana Shacobia Barbee que anotó diecisiete, los mismos que una enorme María Asurmendi, fueron la mejor carta de presentación para abrir una ventaja de nueve puntos (12-21) y hacer pensar a las jugadoras locales.

El talento de Marta Xargay, la mejor de su equipo, evitó males mayores para cerrar el primer cuarto con ventaja vitoriana 17-23. El Girona dominada el rebote, pero el juego era cuestión de las alavesas que sufrían el grave percance de la lesión de la pívot Tamara Seda, con un esguince de tobillo en el minuto 12 que le dejaría fuera de juego durante el resto del partido.

La joven Raquel Carrera asumió el reto de convertirse en el referente titular. La gallega dio toda una lección de fundamentos, de madurez con tan solo 18 años. Sus trece puntos y seis rebotes para 17 de valoración reflejan su gran actuación. Fue el cuarto del sufrimiento, de aguantar la reacción catalana que con un parcial 15-1 tomaba las riendas (38-32, minuto 21). Nada como provocar a un león herido para sacar su fiereza.

Este Araski tiene raza, personalidad y todo el atrevimiento. De ese convencimiento por ganar al campeón de liga, cuajó un tercer cuarto casi perfecto, con un parcial 0-15, para sumar la máxima renta de once puntos (40-51) y desquiciar a las locales que solo encontraron en Xargay y Palau algún asidero de urgencia. El recital de la base Asurmendi empezaba a escribirse con un triple para cerrar el tercer periodo (48-59).

La australiana Bishop y Vasic despertaban, tal vez demasiado tarde, ante la poca aportación de las jugadoras interiores gerundenses, sin anotación de Coulibaly y tan solo un punto de Andusic. La desesperación de un equipo que se deshace cuando entra en barrena, se refleja en sus diecinueve pérdidas. Barbee anotaba dos triples de oro y Asurmendi ponía la guinda a la victoria.

El triunfo de la fe, de un equipo que no tiene techo, hace historia. Por fin un grande cae en manos de un Rpk Araski inmenso.