De menos a más. El Kutxabank Araski ha sido una montaña rusa en los quince partidos de la primera vuelta liguera. El balance de seis victorias y nueve derrotas deja números fríos y sensaciones templadas. Lo más cercano, la victoria ante Campus Promete, arroja un poso de más y mejor en la plantilla vitoriana ... , que, sin Anna Cruz, parece haberse reencontrado consigo misma, a tenor de su mejoría en el juego, siempre coral pero con menciones especiales.
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A estas alturas de la temporada y con la rabia contenida de no poder estar en la Copa de la Reina, habrá quien se acuerde de los malditos terceros cuartos que han perseguido a este equipo. Los problemas de anotación siguen siendo un hándicap que el conjunto de Urieta compensa con otras virtudes. Pero el no acierto penaliza. Y el Araski es el equipo que menos anota, con 59,9 puntos de promedio, y con el peor porcentaje en tiro de campo, un 39,1%. Desde el tiro libre también pierde muchas opciones con un 64% de acierto, solo por detrás del Spar Gran Canaria. Con 56,3 de valoración, Embutidos Pajariel y Quesos El Pastor, suman peores estadísticas globales. Pero no todo es ni blanco ni negro. Ante equipos superiores en talento y presupuesto, casos de Girona y Valencia, supo ser competitivo. Ante los grandes se crece, a pesar de que en Salamanca el Perfumerías no le dio ninguna opción.
En sus seis victorias –Cadí La Seu, Quesos El Pastor, Gran Canaria, Bembibre, Zaragoza y Campus Promete– hay un denominador común, la baja puntuación en que ha dejado a sus rivales, por debajo de los 63. Las virtudes del conjunto verde empiezan desde la defensa, un trabajo de crecimiento que ha llegado a su punto álgido cuando Joy Adams ha entendido que su sacrificio atrás genera siempre algo positivo para su equipo. Con la de Guyana entonada, el factor físico ha permitido competir mejor.
En contra de lo que se podría pensar al principio de la temporada, dado el perfil de la plantilla con un perímetro con mucha amenaza, son las jugadoras interiores Tamara Abalde y Tamara Seda las que se muestran como más solventes. La gallega, con parón incluido de casi un mes por lesión en su tobillo, es la segunda máxima anotadora del equipo con 9,2 puntos y porcentajes de tiro de campo del 50%. Es capaz de abrir la zona, asistir y hacer una comunión perfecta con la mozambiqueña, que, además de anotar (8,5), se ha convertido en una especialista en el rebote ofensivo.
La cuarta máxima anotadora es María Asurmendi (8,80), entonada ante Promete, lo mismo que Izaskun García, que ha vuelto a ser importante para el equipo, recuperando el don de repartir. La jugadora total, que merece una mención especial, es Laura Quevedo. En su mejor año como profesional, recuperada para la selección por Lucas Mondelo, se ha destapado como la máxima anotadora con 12,2 puntos, además de 4,1 rebotes. Todo lo que ofrece ofensivamente lo hace defensivamente en esas labores de sacrificio y polivalencia en el puesto de '3' y '4' donde se ve la madurez de una jugadora siempre generosa en el esfuerzo.
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Si el equipo recupera definitivamente a Tania Pérez –problemas en el tendón de Aquiles– y siguen en buen tono las vitorianas Laura Pardo o Cristina Molinuevo para dar minutos de calidad en la rotación, el puzle se completaría con un fichaje –parece que en el puesto de escolta–. Pero lo mejor es saber que el Kutxabank Araski progresa adecuadamente.
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