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Roberto Iñiguez de Heredia es el hombre de moda en los banquillos de la Liga Femenina Endesa. A sus 52 años y tras apuestas deportivas que le llevaron a Rusia, Hungría o Turquía, el entrenador vitoriano regresa a España. Su fichaje por el Perfumerías Avenida ... es la gran baza de la familia Recio en una época convulsa con bajada de presupuesto y margen para reinventarse. La exigencia salmantina será grande, pero la propia exigencia del técnico vitoriano elevará aún más el listón de un club que vuelve a aspirar a todo.
-¿Cómo ha sido su confinamiento?
-Tras volver de Rusia, estuve unos días en Vitoria, Logroño y Labastida, que es el pueblo de mi madre. Luego me volví por Zaragoza para ver a mi hijo jugar un partido con el Hércules y regresé para pasar unos días en Alicante. Allí me pilló con mi hijo, mi perro y con casi lo puesto. Por no tener, casi no tenía ni ropa. Si te soy sincero, ahora ya no sé ni en qué fase estamos porque todo el mundo está en la calle. Eso sí, con mascarilla y distancia de seguridad. Esperemos que todo vaya bien, así lo espero, más que nada, pensando en la pretemporada que nos espera.
-¿Qué sensaciones tiene tras su fichaje por el Perfumerías Avenida?
-Es un nuevo reto en España y estoy contento. Es una situación especial derivada del coronavirus y de la crisis económica que se avecina. Es cuestión de adaptarse a los nuevos tiempos.
-Un contrato de tres años. ¿Eso ha sido fundamental en su decisión?
-Hay muchas razones que me han hecho aceptar la oferta. Primero, la confianza del club por pensar en mí como la persona para liderar el nuevo proyecto. Muy pocas veces ofrecen a un entrenador contratos largos, aunque es verdad que no significan nada si tú no respondes. Nunca he firmado un contrato largo. Todo esto viene de conversaciones que he tenido con Jorge Recio y Carlos Méndez hace años. Nos habíamos sentado, habíamos hablado de baloncesto, ellos me querían conocer. Siempre me decían que en su cabeza estaba que pudiera entrenar al equipo. Ahora se ha dado el momento. Antes yo tenía otros retos. Siempre he ido donde el cuerpo me lo ha pedido. Ahora es Salamanca. Volver a la Liga Femenina y a España es motivante. Y más cuando podré volver a hablar mi idioma en los banquillos después de tantos años haciéndolo en inglés.
-En su periplo por Rusia, Hungría o Turquía hizo un paréntesis regresando en febrero de 2015 a Girona para hacer al equipo campeón de liga ¿Por qué no se quedó?
-Surgió una oportunidad de un proyecto nuevo con el equipo ruso del Oremburg. La Euroliga es una competición que quiero mucho. Pensaba que en ese momento había hecho mi trabajo en Girona dando el paso que el club necesitaba, pero que lo que me ofrecía el equipo ruso era una situación para competir a muy alto nivel. Por eso decidí marcharme de nuevo. También la oferta económica era diferente. Además, en el momento que lo decido aún no estaba claro que Girona iba a jugar Euroliga, porque estaba buscando apoyos económicos para salir a competir.
-Cuando venga a Mendizorroza, ¿cómo gestionará todos las emociones y recuerdos que le vendrán de su etapa como jugador?
-Tendré que hacer un esfuerzo. Se me van a remover muchas cosas. Como junior del Baskonia jugaba en Mendizorroza con Iñaki Iriarte. Recuerdo que iba los domingos a entrenar con Pablo y Pepe Laso. He visto cómo se condensaba todo el humo cuando se permitía fumar. Habrá un puntito emocional que me gustará vivirlo. Luego, pondré el foco en el partido e intentaré no mirar más allá de las líneas.
- El Perfumerías ha renovado a Silvia Domínguez y ha fichado a Milic, la mejor pívot de la pasad temporada. ¿El fichaje bomba será el de Alba Torrens según los rumores del mercado?
-Me gustaría saber de dónde salen esos rumores. Si alguien supiera de lo que habla dentro del mundo del baloncesto femenino europeo tiene que ser consciente del nivel económico en el que está actualmente Alba Torrens. Su caché es altísimo, gana lo mismo que el presupuesto entero de algún equipo de Liga Femenina. ¿Cómo se va a plantear mi club ficharla? Todo sabemos que el principal patrocinador del club es Perfumerías Avenida, una empresa que desde que se inició la pandemia lleva más de dos meses con todas sus tiendas cerradas, con un ERTE. La entidad no puede garantizar hacer el mismo nivel de equipo que hizo el año pasado.
-¿Qué tipo de plantilla quiere confeccionar?
-Vamos a tener un perfil de jugadoras más jóvenes. La mentalidad tiene que ser que con menos se haga más. No va a ser igual que lo vivido años atrás. Quizás luego se pueda hacer otro pequeño esfuerzo para reforzar, pero ahora mismo de salida igual hay que hacer un equipo con una rotación más corta pero acertar muy bien. Sobre todo, fichar a jugadoras para las que venir a Salamanca suponga un impulso para sus carreras y económicamente puedan aceptar un menor nivel. Esto es difícil conseguirlo.
-¿El aspecto económico ha sido la razón para no poder retener Laura Gil?
-Creo que ella ha buscado un proyecto nuevo, una motivación y un cambio. Ha pesado mucho el tema deportivo para irse a Valencia. Irse a un club donde se sienta más protagonista, más importante. Cuando llevas muchos años en un club y aparece otro pujando por ti, dándote importancia y ofreciéndote un mejor contrato, es normal que la jugadora opte por esta opción.
-¿Le sorprende el equipo que está haciendo Valencia con la propia Laura Gil, Queralt Casas, se habla de Cristina Ouviña?
-Te diría que, ahora mismo, Valencia Basket es Disneylandia. El que haya visto y entrenado en las instalaciones de L'Alqueria de Valencia sabe que, en estos momentos, no hay nada mejor en Europa. Entiendo que jugadoras de tanto nivel como las que mencionas les apetezca estar unos años ahí porque tienen todo a su alcance.
-¿Qué me dice del proyecto de Araski?
-Es un club que tiene una capacidad de persuasión espectacular. Te hablo de Anna Cruz. ¿Alguien se imaginaba que pudiera terminar en el Araski? La clave es saber enganchar a jugadoras. La motivación de algunas ya no es sólo la económica. Es el caso de Anna, que tiene un fondo excelente y le mueven otras cosas. Seguramente en Rusia o en la WNBA hizo dinero, pero ahora sus objetivos son otros, como prepararse para el Eurobasket y los juegos olímpicos. Es el momento para fichar a este tipo de jugadoras que, además, buscan a Made Urieta para ser entrenadas, porque saben que puede haber un 'feeling' especial, que le puede ofrecer un grupo adecuado para sentirse bien.
-La identidad de Araski se basa en un club referente para las jugadoras nacionales. ¿Le parece inteligente la fórmula?
-Pienso que cada club debe tener una cultura. Es decir, saber lo que quieres que tu equipo represente. Eso en Araski lo tienen muy claro y siguen la línea. Además, lo hacen dando pasitos hacia adelante y subiendo el nivel. Es un acierto total, porque cuando existe esa cultura y llegan problemas o dificultades, siempre te preguntas cuál es el camino, qué identidad tienes. En el caso de quienes ya tienen ese trabajo hecho, es más sencillo dar con las respuestas. El crecimiento del Araski es obvio, no porque lo diga yo sino porque son datos objetivos.
-¿Quiere decir algo el hecho de que haya tres equipos vascos consolidados en la máxima categoría del baloncesto español?
-No sabría traducirlo, pero me alegro mucho porque son clubes de mi tierra. Yo creo que la gente se está dando cuenta de que el baloncesto femenino es una realidad, que es baloncesto con mayúsculas y que merece la pena apostar por él. Hay afición, la gente se interesa y tiene retorno en muchas cosas. Hablo de patrocinadores y empresas que no se habían percatado. Espero que esto no se pare por la pandemia y que volvamos fuertes y con ganas. Tengo claro que estamos en el buen camino.
Nacido en. Vitoria (52 años).
Trayectoria como entrenador. Ros Casares (2011-12), Fenerbahce (2012-2014), Girona (2014-15), Nadezhda Oremburg (2015-2017) y Sopron Basket (2017-18).
Palmarés. 2 Ligas femeninas, 1 Euroliga, 2 Supercopas turcas y 1 Liga húngara.
El entrenador vitoriano siempre es diáfano en sus afirmaciones. Cuestionado por la situación del baloncesto ACB con un torneo exprés en Valencia a partir del día 17, Iñiguez de Heredia es contundente. «Mi opinión es que no se debería celebrar nada. Estoy convencido de que muchos jugadores que van a participar no tienen demasiadas ganas de jugar esa competición, aunque no lo digan abiertamente. Esa es la realidad», afirma.
Desde su perspectiva, el cierre de la competición habría sido la mejor manera de empezar a preparar ya la siguiente. «Entiendo que hay unas motivaciones económicas, contratos y lo comprendo porque hay una parte de empresa dentro del deporte. Pero como exjugador y entrenador no creo que haya sido la decisión más correcta. En ese aspecto, la Euroliga ha sido más sensata dada la situación», apunta convencido.
Respecto a disputar partidos a puerta cerrada, el preparador vitoriano no lo ve claro. «Puedes jugar dos o tres partidos sin público, pero entiendo que no se puede alargar esa situación demasiado. He visto los partidos de la Bundesliga alemana de fútbol y no me gustan. Insisto, creo que lo más inteligente hubiese sido centrarse en cómo va a arrancar la próxima temporada y no gastar energías en cómo poder cerrar la actual», concluye con firmeza.
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