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Mendizorroza no fue talismán para el debut de Araski en su casa. A priori, la tarea anunciaba mucho esfuerzo, la cultura del esfuerzo que se ha convertido en el eslogan del gran proyecto de baloncesto en Valencia. Del esfuerzo y el talonario, porque la ... plantilla taronja es infinita, con un fondo de armario preparado para el duro invierno o el caluroso verano. El 0-8 inicial parecía escribir la sentencia con apenas cinco minutos de juego. Menos mal que las de Urieta saben caerse y levantarse.
Eso ya no es cultura, son principios sobre los que se sostiene un grupo que sabe que cada batalla exige la máxima energía. A base de trabajo, de rotar banquillo, de ensayo y error, la capitana Laura Pardo abría el marcador local tras casi cinco minutos de zozobra ante la sequía anotadora. La recién llegada Sutherland anotaba dos buenas canastas que unido a un triple de Tania Pérez daba lustre a la reacción vitoriana para anunciar que la batalla estaba viva.
Araski
Asurmendi (6), Quevedo (11), Van del Adel (5), Sutherland (6) y Tamara Seda (2) –quinteto titular– Izaskun García (12), Molinuevo (-), Pardo (2), Carrera (8) y Tania Pérez (9).
61
-
69
Valencia
Gómez (10), Casas (12), Pina (8), Tirera (8) y Abalde (7) –quinteto titular– Gari (2), Romero (5), Brown (5), Raman (5) y Reisingerova (7).
PARCIALES 11-15, 24-19 (35-34 al descanso), 17-17 y 9-18.
ÁRBITROS Quintas, Muñoz y Caamaño.
Con Tamara Seda tocada y apenas 11 minutos en pista, Urieta tuvo que hacer juegos malabares para combinar sus piezas. La pareja interior debía ser lo suficientemente consistente ante las torres valencianas con Tirera, Abalde y la rotunda Reisingerova. La intimidación de la checa hizo estragos. Araski vivía del tiro libre (20 de 26 intentos) ante el juego agresivo y con faltas valenciano. Es su estilo, y les hace ganar partidos.
Al choque le faltaba la chispa que imprimió una excelsa Izaskun García. Velocidad, criterio en ataque y reparto de asistencias, todo lo que se le puede pedir a una base lista y generosa como la vizcaína. Tras el 11-15 del primer cuarto, Araski remó con todo, con paciencia, con más acierto, con fe, hasta ponerse por delante en el marcador tras dos tiros libres de Tania Pérez (28-26). La mejor noticia era que incluso las locales mandaba en el marcado con una máxima renta de 3 puntos (34-31). El pulso llegaba a las casi tablas al descanso (35-34).
Valencia buscó más repertorio tras el descanso y tiró de la amenaza externa con los triples de Pina o Brown. El arsenal es tan inmenso que incluso Rubén Burgos se perdió en algunas rotaciones o simplemente dejó sin minutos a una jugadora como María Lizarazu. El parcial 0-8 colocaba en posición de despegue a las levantinas (42-49). Pero si hay un equipo que se agarra al parqué es el alavés. Van Den Adel, desaparecida en la primera parte, retornaba a lo grande con un triple, Quevedo, muy valiente, insistía en penetraciones a canasta, sacando petróleo de las faltas y tiros libres. Pero el contrapunto lo ponía una joven de 17 años llamada Raquel Carrera. La gallega cedida por Valencia Basket, asumió la responsabilidad en el poste bajo, bloqueó, anotó y miró a los ojos a la poderosa Reisingirenova sin pestañear. De su ímpetu y talentosa juventud, y las buenas acciones defensivas de Molinuevo, Araski fue rescatado para irse por delante en el tercer cuarto (52-51).
Valencia aprovechó una y otra vez el rebote ofensivo. Ya no por cantidad, 9 capturas, sino porque traducidos en puntos llegaron a la docena. Asurmendi anotaba un triple de clase para colocar el 57-56 a falta de cinco minutos. Un punto de inflexión para la cuesta debajo de las vitorianas que ya no pudieron aguantar el filón taronja, que de la mano de Queralt Casas o la propia Reisingerova apuntillaron a un rival sin oxígeno. Un parcial final de 4-13, decantó la balanza para el equipo que más tiene, que más suma, que más controla. Durante 35 minutos, Araski sacó su carácter indómito, de nuevo sin premio ante su segundo rival europeo. Mismo esfuerzo, para el mismo resultado con derrota ajustada.
La derrota ante Valencia dejó detalles positivos para Made Urieta. «Estoy orgullosa de mis jugadoras porque se han vaciado en la pista a pesar de los problemas. Tamara Seda ha tenido molestias y ante un juego interior como el de Valencia ha habido momentos que han sido definitivos, sobre todo, los de Reisingerova en el último cuarto, donde nos han metido un parcial importante», analizó Urieta.
El trabajo de jugadoras como Izaskun García, Tania Pérez o Raquel Carrera sostuvo a Araski en momentos clave. Respecto a los minutos de la joven gallega, la entrenadora reconoció su «buen trabajo ante rivales que son duras y muy físicas».
Otra de las claves fue el aprovechamiento del rebote ofensivo por parte de la escuadra de Rubén Burgos. «Todos los que nos han cogido han sido canasta y eso nos ha penalizado mucho», reconoció. A pesar de la segunda derrota, Urieta destacó que «la mentalidad de mi equipo es fuerte. Estamos construyendo bien, con cimientos fuertes. Cuando tu equipo lo da todo sólo cabe felicitar al rival», admitió.
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