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Cada enfrentamiento en la segunda vuelta de la liga de Primera Femenina de baloncesto supone un tesoro que preservar con uñas y dientes. Lo que está en juego es mucho, aunque bien es cierto que el Kutxabank Araski no ha dejado de ver la competición ... desde la atalaya de los grandes. Los méritos contraídos en la mejor primera vuelta de su historia con el premio de la Copa de la Reina de Zaragoza incluso le han servido de colchón para amortiguar un pésimo enero, con cuatro derrotas consecutivas y dudas en su baloncesto.
Pero las jugadoras de Made Urieta no son de las que se relaman las heridas. Lo han mostrado, primero en Leganés, donde quince triples les dieron la victoria, y el jueves en Gran Canaria, donde supieron ganar cuando casi todo estaba perdido. El sufrimiento forja más si cabe. La pívot norteamericana Chatrice White fue el baluarte y la joven Txell Alarcón la frescura y el acierto de una escolta con mimbres de convertirse en una determinante a pesar de sus 19 años. Casualidades o no, las dos integrantes del Araski que mejor leen e interpretan el juego en la pista.
Esta tarde, el derbi ante el IDK Euskotren (Mendizorroza, 18:00 h., Teledeporte) presenta mucho en disputa. Una permanencia que las vitorianas ya rozan, un paso definitivo hacia los play offs por el título y la recuperación del influjo positivo que antaño fue el pabellón. Como cualquier derbi que se precie, la emoción y la rivalidad vienen de serie, con dos mujeres en los banquillos cuyos estilos ya son dogma en la Liga Femenina Endesa: Made Urieta y Azu Muguruza.
El club donostiarra soporta una temporada difícil de digerir por el mal fario que dio comienzo en octubre con la desvinculación contractual de Ivana Raca. El año 2023 ha sido fatídico para el IDK con dos lesionadas de gravedad, la base canaria Yurena Díaz con una rotura del ligamento cruzado de su rodilla y Kaela Davis, fichada en invierno, que solo ha disputado dos encuentros, con fractura del tendón de Aquiles. En los despachos tuvieron que agilizar el refuerzo casi en tiempo récord para conseguir la llegada de la riojana Paula Estebas como nueva directora de juego, además de acoplar lo antes posible a la alero rumana Claudia Cuic, incorporada a finales de diciembre. Las de Muguruza no consiguen regularidad. Vienen de caer en su feudo por la mínima ante el Barcelona para ocupar la undécima plaza con nueve victorias, a dos de las alavesas. En San Sebastián, las vitorianas volvieron a agarrarse a una remontada épica bajo la batuta de Atkinson para salir por la puerta grande del vetusto Gasca. La enésima remontada para el equipo verde que se ha acostumbrado a ir de menos a más. El juego interior será determinante con todo lo que acapara Marian Coulibaly -15 puntos y 9 rebotes por partido- que equilibra la amenaza exterior también propuesta por la escuadra donostiarra con María España, Natalia Rodríguez, además de la polivalencia y potencia de Joy Adams, jugadora con pasado en Vitoria.
El estado de forma de la local Maimouna Diarra preocupa. La senegalesa del Araski ha disputado parte de la liga con un dedo de la mano roto, además de molestias en un tobillo. Desde la llegada de White ya no es la pívot dominante. Tampoco ha regresado igual Holopainen tras dos meses fuera de las pistas. Atkinson sigue siendo la referente. La norteamericana es la tercera máxima anotadora de la liga.
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