El Araski mantiene en su estructura al entrenador imputado por hurto

El Araski opta por esperar acontecimientos, aunque su primera reacción pública respecto a los hechos relatados por este periódico llegó durante la mañana de ayer. El club vitoriano quiso dejar clara su postura a través de un escueto comunicado. En primer lugar, expresó «el rechazo a este tipo de actos que no pueden tolerarse bajo ningún concepto». A renglón seguido, aseguró que permanece «a disposición de la investigación» de un caso en el que recuerda que ya ha aportado su colaboración. En el último punto del escrito, aclaró también que, «según avance la investigación, el club adoptará las medidas necesarias» respecto al técnico que permanece en nómina.

El Araski se esfuerza por abstraerse de un caso que ha generado muchos comentarios y especulaciones en el seno del baloncesto alavés. En principio, el equipo que dirige Made Urieta debe preparar su próximo compromiso liguero, previsto el sábado en la cancha del Bembibre. El siguiente choque como anfitrión en Mendizorroza deberá esperar hasta dentro de dos fines de semana.

La Policía Local, alertada por una denuncia previa, logró pruebas concluyentes de que el técnico investigado habría sustraído, y posteriormente vendido a través del portal de internet Wallapop, artículos deportivos como colchonetas, mancuernas, balones, una bicicleta y otros objetos como sillas.

El Ayuntamiento, a la espera

Todos estaban guardados en el almacén del polideportivo de Mendizorroza, espacio de entrenamientos y celebración de los encuentros del club alavés que milita en la máxima categoría del baloncesto femenino. De momento, al entrenador se le investiga por «un delito continuado de hurto» que, debido a la magnitud del beneficio obtenido, entrañaría de «seis a dieciocho meses de cárcel». Es decir, si el proceso, ahora en su fase inicial, concluyese con una condena, no ingresaría en prisión al tratarse de una pena menor y carecer de antecedentes. También se enfrentaría a una sanción económica. El Ayuntamiento, propietario de Mendizorroza, mantiene el silencio a la espera del resultado de un pronunciamiento judicial. De momento, se deja aparcada la opción de vetar al técnico investigado la entrada al recinto donde se sustrajo el material.