Añoranza desde las antípodas

Cabe recordar que la jugadora guipuzcoana fue una apuesta de Made Urieta, que la rescató de Primera Nacional para subir peldaños con el club verde. Aldalur se debatía entre los entrenamientos y sus estudios universitarios. Diplomada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, los sacrificios personales fueron pasando factura hasta que se centró en un doctorado renunciando a lo que más ama, el baloncesto. Su vida laboral y personal la han llevado a Australia, donde ha vuelto a pisar una cancha de baloncesto de la mano del club Keilor Thunder, que milita en la Primera División del estado de Virginia. «Entreno con ellas, porque por el momento las dos plazas de extracomunitaria están ocupadas. Yo soy extranjera en este país (risas). Retomar el baloncesto me hace muy feliz. Siempre seré jugadora, aunque me retiré definitivamente», explica desde la exquisita corrección con la que siempre se muestra.

Su recuerdo de la Copa de 2017 ha vuelto a florecer. La victoria del Araski en Salamanca le ha hecho revivir aquella experiencia única. «Tengo un momento buenísimo. Viendo las imágenes te vienen todas las sensaciones que sabes que será muy complicado volver a vivirlas en tu vida. Tener a la afición encima, ganar y sentir el subidón de adrenalina. Eso es difícil que lo encuentres en cualquier apartado de tu vida», rememora con nostalgia.

Aquel equipo, con muchas debutantes en una competición copera, llegó a semifinales por la puerta grande tras vencer a Ferrol y cerca estuvo de tumbar al Girona, que ejercía de anfitrión. Ahora Aldalur confía en el mínimo porcentaje de las de Urieta para vencer al todopoderoso Perfumerías. ¿Por qué no? «Es muy complicado porque ellas tienen un objetivo muy claro y perder la Copa sería un fracaso. Este año, el Perfumerías ha tenido partidos donde ha pasado por dificultades. Si no te agarras a esa mínima opción, no sales a la pista. Hay que creer. Nos aferramos a ese porcentaje de ganar por muy bajo que sea», suscribe desde la primera del plural.

Las escamas ADN Araski no acaban de desprenderse a pesar de que Ane dijo adiós al baloncesto profesional en 2018. Nadie mejor que ella conoce el 'método Made Urieta' para sacar lo mejor de sus jugadoras. La guipuzcoana es el mejor ejemplo de cómo desde una categoría autonómica se puede dar el salto a la élite. Ante el laureado Perfumerías Avenida, con 8 Copas, 6 Ligas o 1 Euroliga, ante una plantilla de ensueño de la primera a la última -Silvia Domínguez, Laura Gil, Maite Cazorla, Tiffany Hayes, Temitope Fagbenle, Eva Hof, Kristine Vitola, Anne Samuelson o Jewell Loyd, la MVP en la victoria en cuartos de final ante Durán Ensino por 46 puntos de diferencia-, solo queda ponerle todo el corazón. Como dice la capitana Laura Pardo, «de eso andamos muy sobradas».

A los más de 200 aficionados que se dieron cita en el multiusos Sánchez Paraíso, otro centenar más se puede sumar en el duelo de esta tarde. La marea verde suma adeptos en Salamanca para intentar dar aliento a un grupo de jugadoras que está escribiendo una bella historia para el baloncesto alavés.