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olga jiménez
Miércoles, 14 de septiembre 2022, 00:34
El gen competitivo lo lleva de serie. También sus ganas de reivindicar el esfuerzo de las mujeres deportistas que, además, se dedican a la crianza de sus hijos y trabajan. Es una triatleta de reconocido prestigio aunque siempre añadamos la coletilla de «la mujer de ... Eneko Llanos». Fue chupinera en las fiestas de La Blanca y ahora, tras ser madre de su segunda hija, se plantea el reto de volver a disputar el Ironman de Vitoria tras hacerlo en 2019 por primera vez como triatleta profesional. El reto de repetirlo en 2023 ya ronda por su cabeza.
- Ha pasado más de un mes desde que fuera chupinera de las fiestas de la Virgen Blanca. ¿Cómo lo recuerda?
- Fue emocionante. Fue un regalo al esfuerzo y al trabajo el poder representar a muchas mujeres vitorianas. Algo inédito que cinco mujeres de diferentes ámbitos diéramos inicio a la fiesta. Muy contenta, la verdad. Lo viví muy intensamente. En Lanzarote mi gente no llegó a entender esto, pero yo desde 2008 sé lo que es y el significado que tiene para los y las vitorianas.
- Es normal que una canaria se haya adaptado tan bien a la vida en Vitoria donde ha formado su familia junto con Eneko Llanos?
- Tengo que reconocer que el primer año me costó, sobre todo, por el clima. Pero siempre digo que puedes estar en la playa más idílica y maravillosa y estar triste porque tu entorno no te acompaña para disfrutar de eso. A mí me ha pasado. He tenido una gente alrededor maravillosa por la que ya no me iría de Vitoria. Amigos y amigas maravillosas que quiero con locura, que me han ayudado y arropado con mis hijos y durante la crianza, cuando Eneko era profesional y estaba tiempo fuera de casa. El apoyo que he recibido con mi proyecto de la Trieskola con mujeres que se han introducido en el mundo del triatlón. Todo lo que hemos compartido. Me siento muy orgullosa.
- ¿Se siente una referente del deporte femenino en Álava y en Euskadi?
- Me centré en competir en elTrivitoria, hoy Ironman de Vitoria, en la prueba full y en todas las pruebas de Euskadi porque creía que era la mejor forma de que me vieran y que les sirviera de ejemplo. No solo a la hora de transmitir mis conocimientos como licenciada en ciencias de la actividad física y el deporte, sino que ellas me acompañaran y me vieran que con esfuerzo es posible ser entrenadora, madre, trabajadora y deportista de élite. Y que ellas se puedan sentir capaces de poder hacerlo también y sacar su tiempo para practicar deporte. Qué mejor apoyo que el que se recibe de mujer a mujer. Con pasión, ilusión y trabajo las cosas salen.
- ¿Es un mensaje feminista?
- Es más bien un mensaje de esperanza. En este camino de reconocer a la mujer en todos sus ámbitos, debemos ayudarnos, no pisarnos. Esto es un cambio a una nueva sociedad que tiene que encontrar la equidad y eso significa que todos nos apoyemos y nos ayudemos a mejorar este mundo.
- Fue madre por segunda vez y ha ido retomando las competiciones de alto nivel poco a poco ¿está disfrutando más del deporte?
- Este año ha sido complejo para mí porque tener un segundo hijo ha sido un sacrificio para mí. Una niña de un año necesita de mí. No he podido disfrutarlo porque no me he encontrado recuperada físicamente. Menos mal que he tenido cabeza y me he planteado pocos objetivos porque sabía hasta dónde podía llegar, pero ahora sí que estoy descansando y si hago balance, he hecho un buen año quedando segunda en la Foncea Trail y en el Vihalf, he ganado la prueba Gorbea-Catedral Vieja. Estoy orgullosa, de verdad.
- ¿Qué objetivos se plantea?
- Pues lo próximo es competir en la prueba cicloturista Lablan, este 17 de septiembre y después me voy a centrar un poco más en el triatlón con objetivos e ilusiones nuevas. Tendré que organizarme en el trabajo para poder sacar más tiempo para entrenar y para dedicarme a mis hijos.
- ¿Ha aparcado definitivamente los triatlones de larga distancia?
- Con dos niños es bastante complicado porque exige mucha dedicación. No lo sé. Tengo que darle una vuelta porque sí que me gustaría volver al Ironman de Vitoria, es una de mis ilusiones de mis grandes retos. Es muy sacrificado pero es que me empuja la ilusión y cuando te empuja eso, no puedes renunciar. En 2019 hice el Ironman solo por primera vez siendo profesional y quedé sexta. Repito que tengo mucha ilusión de volver a hacerlo, aunque sea una vez más. También te confieso que que recuperar la distancia half, gracias al ViHalf para mí es más asequible yen la que puedo estar compitiendo en campeonatos de España. Ver venir que decís aquí.
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