«La lesión me ha servido para resetearme y valorar todo mucho más»

- ¿Cómo son estos días previos a la cita de Munich?

- Con mucha ilusión. Toda la preparación ha ido encaminada al Europeo. Estos días el trabajo duro ya está hecho y ya estoy centrada en el día 15.

- Ha sido un año complicado. No acabó el maratón de Valencia y una lesión en el gemelo le impidió correr el de Rotterdam. ¿Qué enseñanza le queda?

- Pues que a veces las cosas salen y otras no. En esta ocasión no salieron. En Valencia quizás fue más mental. Tal vez por la presión de conseguir la mínima. Quieres, pero es cierto que hay que respetar unos tiempos de reposo y recuperación. Y para Rotterdam estaba bien. Hice entrenamientos muy buenos. Pero un mal gesto que hice me provocó una molestia en el gemelo e hizo que no pudiera correrlo. A partir de ahí, tuve un proceso de curar la lesión que me vino muy bien. Siempre le he dicho a Martín (Fiz), que en parte me vino bien porque me hizo parar, valorar el hecho de estar entrenando y compitiendo. Ha sido como un reseteo que ahora lo veo como algo muy positivo.

- Formará parte del equipo español junto con las habituales Marta Galimany, Laura Méndez e Irene Pelayo. ¿Da más tranquilidad acudir con compañeras que ya conoce?

- Es verdad que venimos compitiendo en las últimas citas, pero hay muchas candidatas a entrar en esa selección y nunca hay que relajarse. Ha coincidido que estamos tres de las que fuimos a los Juegos Olímpicos de Tokio e Irene Pelayo, que se quedó a muy poco para conseguir la mínima para la cita olímpica. Es verdad que nos conocemos y es un grupo sólido pensando también en la Copa de Europa, que también está en juego. Eso es otra motivación para, como selección, ir a competir lo mejor que podamos. Marta y Laura han podido entrenar juntas en altitud, pero, por lo demás, cada una ha hecho su trabajo de manera individual. Sí que es cierto que haces grupo porque te sientes identificada con el equipo.

- ¿Qué recuerdo tiene de su primer Europeo en el año 2018 en Berlín?

- Fue tremendo para mi. Fue conseguir la mínima en Milán e ir a Berlín. Empecé muy atrás y en la segunda vuelta ya estaba con el grupo de Marta Galimany. Acabé muy bien. Tengo un recuerdo muy bonito de Berlín. A ver si Múnich me trata igual de bien.

Calor y humedad

- Dijo Martín Fiz en una ocasión que a pesar de sus 39 años no tiene esa edad atlética dado que empezó tarde. ¿Se cumple?

- Buff.. Este tema de la edad es algo que no pienso ni de lo que me gusta hablar. Me preguntan, me dicen hasta cuándo voy a seguir (risas). Es la edad que tiene cada uno.

- Su mejor marca es 2:28:25 conseguida en Valencia en 2020. ¿Presiona mucho el hecho de intentar bajar el registro?

- Ahora tengo la cabeza en Munich y la verdad es que no pienso en mejorar la marca. Las condiciones allí no serán las más adecuadas, en mitad de agosto, con mucho calor... Voy más mentalizada en hacer una buena carrera. No pienso en la marca.

- ¿Qué condiciones se prevén el día 15 en Munich?

- Mucho calor y humedad. El maratón comienza a las 10:30 horas o sea que como pronto llegaremos hacia la una del mediodía. Imagínate. Mucho calor. Luego puede salir un día soleado o nublado. Pero contamos con que el día será duro.

- ¿Ha tenido que ir cambiando protocolos o maneras de correr para ir mejorando?

- A lo largo del tiempo se cambian cosas. Pequeños detalles en los entrenamientos o en la nutrición. Con el tiempo eres más consciente de todos esos factores que influyen directamente en el rendimiento.

- ¿Cuántos kilómetros ha acumulado en sus piernas para preparar esta cita?

- Ufff, no he hecho recuento. Pero te puedo decir que cada semana bastantes. Además, con sol y calor, ha habido entrenamientos bastante duros. Esos son los que te dan más confianza de cara a la competición.

- Nunca le hemos preguntado si ha llegado a toparse con el temido muro del maratoniano.

- En los maratones que he hecho el muro me apareció en el primero que hice. Fue por mi culpa, por la inexperiencia. Pasé la media maratón y decidí subir el ritmo porque me sentía bien. Pero me di cuenta que la segunda mitad no es como la primera. Me pasé de ritmo y apareció el muro o, más bien, una cantera gigante de piedra (risas). Solo podía mirar la raya del suelo y seguir por pura cabezonería hasta la meta. Pero las fuerzas eran mínimas. Por suerte, en el resto de competiciones he tenido unas segundas partes bastante buenas. En Tokio pasé una crisis en el kilómetro 19, pero luego acabé con fuerza suficiente.

Chupinera y afición al baile

- Ha sido chupinera de las fiestas de La Blanca en Vitoria. ¿Se ha permitido algún momento de desconexión? ¿Una buena comida, unas copas con los amigos, unos bailes en alguna verbena?

- Fue un momento indescriptible y muy emocionante. Ese día lo disfruté muchísimo. Y lo del bailoteo también porque es algo que me encanta. Lo de ir de copas no porque no bebo alcohol. Salvo una copita de vino en alguna comida o una cerveza artesana en un momento especial. Para mi la fiesta va más relacionada con el baile que con la bebida. He preferido estar en Murguía, alejada de la fiesta, para concentrarme y prepararme para la cita de Munich.