Yayoi Kusama, inspiración para la moda más exclusiva

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Yayoi Kusama hipnotiza en el Guggenheim

Luis Ángel Gómez/EFE/AFP/Museo Guggenheim

La Maison, que siempre ha tenido relación estrecha con el mundo del arte, vuelve a colaborar con Yayoi Kusama en su última colección, una década después de su primer acuerdo global. Fue en 2012 cuando Marc Jacobs, que entonces dirigía Louis Vuitton, se fijó en el potencial de estas creaciones como producto de lujo. Pretendía transmitir el mensaje de que al comprar un bolso -el de la imagen, denominado 'Alma BB', cuesta 2.110 euros- los clientes se llevaban una obra de arte. La alianza resultó un éxito para la marca e impulsó la proyección internacional de la artista.

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La primera colección en la que colaboraron colocó con cuidado pero sin esfuerzo los característicos lunares de Kusama en varios bolsos de Louis Vuitton, incluidos los modelos 'Keepall', 'Speedy', 'Neverfull' y 'Papillion'. Una década después, la marca, ahora con Pharrell Williams como director creativo, ha decidido ir más allá. Se inspira en su talento para poner un sello inconfundible a productos de todas las categorías, tanto para hombres como para mujeres.

Mantiene las siluetas clave y el 'savoir faire' de Louis Vuitton e incorpora los motivos que son seña de identidad de Yayoi Kusama: puntos pintados, puntos infinitos, puntos metálicos, flores psicodélicas, rostros y calabazas. Tampoco ella es la misma que hace una década. Su cotización y su influencia se han disparado, como demuestra la exposición que le dedica la poderosa galería David Zwirner de Nueva York. Inaugurada el pasado mes de mayo, pronto se convirtió en la muestra del momento, la que hay que ver. La gente se informa a través de las redes sociales de si hay espacio para entrar.