Víctimas del genocidio de Srebrenica piden retirar el Nobel a Handke

La posición proserbia de Handke ha reabierto viejas heridas en los Balcanes occidentales, un territorio todavía traumatizado por las consecuencias de las guerras de desintegración de Yugoslavia. Para unos, Handke es un apologeta de los crímenes cometidos en nombre del nacionalismo serbio; para otros, es un intelectual que se atrevió a luchar contra la demonización de los serbios como causantes de todos los males.

Sefik Dzaferovic, miembro musulmán de la Presidencia tripartita bosnia, también consideró ayer una vergüenza premiar a Handke, al que calificó de admirador del autoritario expresidente serbio Slobodan Milosevic (1941-2006). «Es vergonzoso que el Comité Nobel pase por alto el hecho de que Handke justificó y defendió a Slobodan Milosevic y sus ejecutores Radovan Karadzic y Ratko Mladic, quienes fueron condenados por los crímenes de guerra más graves, incluido el genocidio», dijo.

«El genocidio en Bosnia-Herzegovina tuvo un autor. Handke optó por apoyar y defender a esos autores. La decisión acerca del Premio Nobel ha traído inmensa pena a las innumerables víctimas», lamentó el presidente de Kosovo, Hashim Thaci, en Twitter. El primer ministro de Albania, Edi Rama, escribió en la misma red social: «Nunca pensé que sentiría ganas de vomitar por un premio Nobel, pero la desvergüenza se está convirtiendo en parte normal del mundo en el que vivimos. ¡No, no podemos ser tan insensibles con el racismo y el genocidio!».

En Serbia, el premio ha sido recibido con alegría. El ministro de Cultura, Vladan Vukosavljevic, destacó ayer que el escritor estuvo con «el pueblo serbio» en sus momentos más difíciles. Y el cineasta Emir Kusturica, que la «lucha política (de Handke) ha sido la continuación de su literatura».