El vestidor de lujo de la 'embajadora'

Desde la galería La Suite apenas revelan unos pocos datos sobre la dueña de este vestidor de lujo, que fue completando cuando era joven y vivía con su marido en una casa llena de obras de arte y de muebles antiguos que ya están en manos de coleccionistas de todo el mundo.

Pero el gran vestidor, con prendas -algunas «casi nuevas», otras más desgastadas- guardadas en grandes baúles, merecía una subasta aparte. Tendrá lugar mañana a partir de las 19.00 horas a través de páginas web especializadas como Invaluable o Lotísimo. Y los precios de salida parecen hasta asequibles. «Queremos vender todo y por eso se empieza desde 100 o 300 euros, aunque si ya hay personas que han pujado por un lote, subirá», explican ante la sorpresa de ver, por ejemplo, dos modelazos de noche del modisto de Getaria a ese precio.

La subasta, denominada 'The Ambassador's Wife Dressing Room', está formada por 210 lotes, entre los que hay una veintena de bolsos, casi todos de Hermès, en piel y cocodrilo, «con diseños míticos como el Kelly»; tocados, boinas parisinas, capuchas, pañuelos, bufandas de seda natural, baúles de viaje y hasta un reloj despertador de despacho en bronce dorado de Hermès, que complementan unos vestidos y trajes espectaculares para todo tipo de eventos sociales de la época.

De Balenciaga, destacan unos vestidos de noche largos que salen a subasta desde una estimación de entre 100 y 300 euros. Uno blanco en tejido de jacquard de seda y lurex, vintage, que se encuentra en buen estado. Otro con espalda abierta en crepé georgette rojo, o uno en crepé de seda negro con pico en la espalda y una pequeña cola, comprado también en el 10 de Avenue George V, de París, donde el maestro Balenciaga tuvo su gran taller.

Destacan también varios modelos de alta costura de cóctel, como uno en seda y lino, marrón oscuro y visón; otro de la década de los 60 «acanalado de seda y con un aplique de fleco de chenilla en la falda»; o trajes de chaqueta, como uno «en tejido de lana con dibujo de cuadros azul y beige», y varios abrigos.

Además, el imponente armario de la 'embajadora' contaba con modelos de alta costura de Dragoni Venezia, como un deslumbrante traje de cóctel de los años 50 hecho «en tul y bordado a mano con lentejuelas o lamé»; un traje de noche palabra de honor «de encaje mecánico», también de la década de los 50; o un 'Sorelle Fontana', «en organza con bordado manual de lentejuelas, rafia y canutillo». Una de las colecciones de moda «más impresionantes» puestas a la venta en las últimas décadas.