La verdadera masacre de los millonarios indios osage que denuncia Scorsese en su película

El filme, aclamado en Cannes, cuenta una matanza cometida en una reserva en la que aparecieron pozos de petróleo y que se bautizó como 'El reinado del terror'

Lunes, 22 de mayo 2023, 16:37

«No somos una reliquia». La tribu india Osage ha reaccionado con esta frase al estreno de la última película de Martin Scorsese. Son unas palabras repletas de sentido. 'Los asesinos de la luna' ('The Killers of the Flower Moon') la película estrenada la ... pasada semana en Cannes con Leonardo Di Caprio y Robert de Niro en los papeles estelares, relata el asesinato de decenas de miembros de la Nación Osage en una conspiración sin igual en la historia de los Estados Unidos. Se trata de un crimen casi fundacional en EE UU aunque durante años ha permanecido en las sombras.

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La película de Scorsese, recibida en Cannes con una gran ovación, se basa en un libro de investigación del periodista norteamericano David Grann que tiene el mismo título que el filme. En esa obra, Grann indagó en el caso de los asesinatos cometidos en los años 20 contra miembros de la tribu Osage, una masacre de largo recorrido que tenía un objetivo claro: robar a los nativos los derechos sobre los pozos de petróleo que habían aparecido en la reserva india en la que les había confinado el gobierno norteamericano durante el siglo XIX. La investigación sobre aquellos crímenes fue en su día tan retorcida -e infructuosa- que fue necesario crear el FBI para intentar esclarecerlos.

Contar el caso sin desvelar el final de la película, que está previsto que se estrene en octubre, obliga a ocultar algunos datos para no sabotear a los espectadores. Pero conocer algunos elementos es indispensable para entender el relato. La Nación Osage había sido confinada en una región del norte de Oklahoma. Con anterioridad, los osage habían tenido una historia conflictiva. En el siglo XVII llegaron a declarar la guerra a España por el control de la Luisiana. Posteriormente se dedicaron a comerciar con armas con algunas de las tribus más violentas de la región como los comanches. Tras dividirse durante la Guerra Civil norteamericana -una parte apoyó al norte y otra al sur- los osage acabaron instalándose en una reserva del norte de Oklahoma.

Miembros de la Nación Osage y un documento del FBI sobre los crímenes. BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE EE UU

A comienzos del siglo XX la tribu estaba más o menos integrada en la forma de vida americana. Uno de sus miembros, Clarence Tinker, llegaría a ser general del Ejército del Aire de Estados Unidos y moriría en Midway, a los mandos de un bombardero, en los ataques posteriores a la agresión japonesa sobre Pearl Harbour. En otros aspectos, sin embargo, mantenían sus propios valores. Sus líderes tribales, por ejemplo, formaban parte de la Iglesia Nativo Americana, un culto en el que se mezclaba la religión cristina con los ritos chamánicos y la ingesta de alucinógenos como el peyote.

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El petróleo les hizo ricos

En los años 20, la aparición de petróleo en las tierras de los osage hizo que esta tribu se convirtiera en uno de los colectivos de millonarios más grande de Estados Unidos. Según cuenta el propio Grann en su libro, las grandes familias petroleras norteamericanas tenían que visitar sus terrenos una vez al año para pujar por los derechos de explotación de sus yacimientos petrolíferos, lo que reportaba elevadísimos y sostenidos ingresos a los propietarios de las tierras. La fortuna brutal que recibieron los indios hizo que se acuñasen leyendas increíbles. Por ejemplo, se contaban que si a un osage se le pinchaba el neumático de un coche, en vez de cambiar la rueda prefería comprar un automóvil nuevo.

El petróleo les hizo ricos

Si a un osage se le pinchaba el neumático de un coche, en vez de cambiar la rueda prefería comprar un automóvil nuevo

Ante esa avalancha de dinero en manos de un sector social que para el Gobierno norteamericano no era muy fiable se creó la figura de un tutor legal. Es decir, era necesario que un blanco controlase los gastos de cada osage millonario con la intención de protegerle. Pero lo que se estaba produciendo, de una manera encubierta y con el apoyo de algunas autoridades, era el saqueo de los derechos sobre algunas parcelas de terreno.

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Bilbioteca del Congreso de EE UU

El problema surgió cuando algunos de los osage más prominentes comenzaron a morir asesinados. Tanto mujeres como hombres osages fallecieron envenenados, tiroteados o mediante bombas colocadas en sus casas. Estos crímenes se producían cada vez con más asiduidad y su impunidad era absoluta. Los sheriffs de Oklahoma que intentaron resolver los asesinatos se enfrentaron con un muro de silencio o, según asegura Grann en su libro, miraron para otro lado. A esos años se les bautizó como 'El reinado del terror'. El nombre es perfecto puesto que muestra como la muerte y el crimen se ensañó con los indios -en especial los propietarios de los pozos- sin que nadie pudiera hacer nada para detenerlo.

Asesinatos

La comunidad contrató a los detectives privados de la Agencia Pinkerton. Su trabajo, sin embargo, no sirvió para nada. En medio de aquella tormenta de sangre, un abogado y activista a favor de los derechos de los indios creyó haber descubierto qué sucedía y quiénes eran los culpables. El letrado, que no se fiaba de nadie en Oklahoma, cogió un tren para viajar a Washington con una carpeta repleta de documentos. Alguien le mató e hizo desaparecer los escritos que podían resolver el crimen. Cada persona que se acercaba a la investigación sobre la muerte de indios o desistía o era asesinado.

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En ese momento existía un departamento de Interior, que formaba parte del Gobierno federal, que se encarga de cuestiones relacionadas con el orden público. Y en esa institución había sido contratado J. Edgar Hoover. Los investigaciones para intentar esclarecer estos asesinatos que Hoover puso en marcha hicieron necesario un cambio de forma de trabajar para la policía tan espectacular que fue necesario crear el FBI.

La clave para hacer frente a los crímenes fue Tim White, un duro y austero Ranger de Texas que comenzó a trabajar para el servicio de investigación federal y que consiguió algunos resultados. Lo aconsejable es leerse el libro de Grann o ver la película de Scorsese para saber qué sucedió con los osage. Sin embargo, es imprescindible saber que muchos crímenes siguen sin resolverse y que el periodista David Grann sí que consigue, con el intenso trabajo de investigación llevado a cabo un siglo después, aclarar alguno de los crímenes cometidos durante 'El reinado del terror'. Allí se produjo una gran traición a la historia americana y cada osage asesinado es una mancha en la historia de EEUU.

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Robert de Niro y Leonardo Di Caprio, en la cinta de Scorsese.

Un referente en el 'true crime'

David Grann, autor de la novela en la que se basa la película de Scorsese, es en estos momentos uno de los principales referentes en cuanto al periodismo de investigación y el 'true crime'. Todos sus trabajos son exhaustivos y parece increíble como este escritor es capaz de poner el microscopio sobre hechos que han transcurrido hace un siglo, encontrar datos nuevos y ser capaz de realizar un análisis de la realidad de una profundidad fascinante. Uno de sus lemas, en este sentido, es que sus textos no están terminados hasta que sepa que todas las preguntas que se le planteen al lector estarán resueltas en sus escritos.

Grann, nacido en Nueva York en 1967, empezó su trabajo en el periódico mexicano 'La Jornada'. Ha publicado también en 'The Hill', ya que una de sus tareas fue la crónica política. Pero enseguida pasó a formatos más largos. Su acierto narrativo -en el domina el suspense como si fuera un autor de ficción- ha conseguido que gran parte de los libros y reportajes publicados hasta ahora hayan sido llevados al cine. 'La ciudad perdida de Z' es uno de sus primeros trabajos que se convirtieron rollos de celuloide. Robert Reford se enamoró también de su reportaje 'El viejo y la pistola', que fue llevada al cine con él de protagonista en 2018. En 2019 fue Scorsese quien se quedó fascinado con la investigación de Grann sobre los asesinatos de la Nación Osage, que se estrenará este año tras la reciente 'premiere' de Cannes.

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