El testimonio estremecedor de una vizcaína exadicta a la heroína: «Llegué a robar y estuve a punto de prostituirme»

Marian Etxabe habla como superviviente. No es una cuestión baladí. Esta vizcaína, vecina de Ondarroa, consiguió desintoxicarse pero de chavala cayó en las garras de la heroína que en los años 80 se llevó por delante a muchos jóvenes de su generación. El programa de Gonzo en La Sexta 'Salvados' contó con el estremecedor relato de esta exadicta que confesó haber rebasado barreras que «jamás» pensó que superaría: «Llegué a robar para comprar droga y estuve a punto de prostituirme», afirmó.

La primera vez que consumió tenía apenas 16 años. En el año 73. «Una amiga iba a la India solo a comprar caballo y una vez me ofreció», relata la mujer. Esta chica se murió de SIDA. «No sabía nada de aquella droga. Me dijo 'me voy a meter heroína, ¿quieres probar?'. Dije que sí. Recuerdo que pasé todo el día devolviendo, fatal. Me dio paz, pero no fue una sensación agradable«, recuerda.

A partir de ahí, Marian se enganchó. El consumo era diario y no pensaba en otra cosa que en meterse. «Íbamos a Donosti a comprar», añade. Al principio, en su pueblo natal, en Ondarroa, «éramos pocos, unos 12, luego se fue uniendo más gente». Los chavales de aquella época se vieron golpeados por una epidemia que no entendía de clases sociales. La droga era cara. «La gente que se metía caballo en Ondarroa era de dinero», subrayó.

Familias destrozadas, vidas truncadas... Un drama social en aquellos años en toda España. A esta vizcaína la droga le golpeó de lleno y le hizo perder al que fue el gran amor de su vida. Marian le contó a Gonzo que perdió a su pareja tras un naufragio en alta mar cuando éste iba colocado. «Yo no, estaba dejándolo, pero Isma sí que iba muy débil. Había pasado una hepatitis», afirma emocionada la mujer. Aquella fatídica jornada se embarcó junto a cuatro amigos para dar un paseo marítimo a bordo de una pequeña embarcación frente a Saturraran. En un momento de la travesía, la mar cambió de forma muy brusca y la embarcación volcó. «Fue un sálvese quien pueda», admite Marian. Entre esos amigos estaba su pareja, Isma, «el chico más guapo del mundo», quien no pudo sobrevivir a la tragedia. «A mitad del camino, me dijo que no podía seguir adelante y se ahogó delante de mí»,

A raíz de aquel suceso volvió a caer en la droga y pasó por sus peores momentos. «Fue una caída catastrófica. Lo peor de mi vida. Solo quería meterme y meterme. Mi familia me veía todos los días con la aguja en el brazo», rememora esta exadicta, que ahora considera que los jóvenes de hoy «no tienen ni idea» de lo que puede pasar si alguien cae en una adicción. «Hay que recordar a la cantidad de gente que se fue por haberse divertido demasiado. Buscabas la libertad y acabas siendo esclavo», sentenció.

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