¡Tensión máxima en 'El Conquis'! Luisito desmayado y dos favoritos expulsados

El único equipo compenetrado es el verde, los otros dos necesitan al cuerpo de bomberos porque están ardiendo. 'El conquistador del fin del mundo' sigue sorprendiendo al personal con despedidas inusuales y enfrentamientos fratricidas. Los Puma son potentes, de eso no hay duda, pero no hay unión entre ellos y, lo que es peor, las faltas de respeto hacia sus contrarios están a la orden del día. Tanto es así que los Piche acaban animando abiertamente a los Cóndor para que sean ellos los vencedores del juego de inmunidad.

Con Andrea como capitana azul, los tres grupos se enfrentaban a 'La gran trepada'. Un reto en el que todos los participantes debían lanzarse al agua y dirigirse a un islote donde había tres botes desinflados. Primero tenían que hincharlos bien y, luego, navegar sobre ellos hasta un puente al que debían subir utilizando una red. Luego, había que vincularse juntos a una cuerda, en plan gusano, y trepar una ladera hasta llegar a la meta. A pesar de que los verdes llegaron primero al islote, los azules embarcaron antes y arrancaron la navegación con ventaja. Verdes y rojos salieron prácticamente a la vez, pero los Cóndor fueron más hábiles con los remos.

Aquello estaba más emocionante que una peli de 'Misión imposible' y la red dio un giro al guión. Los rojos superaron a todos sus contrincantes y encararon la última parte del desafío con mucha ventaja. Arantxa lastró a los azules que acabaron tirando la toalla. Pero los benjamines no se rindieron, agilizaron su marcha y acabaron venciendo, por segundos, a los colorados. Y los Piche, desde abajo y con Luisito al borde del desmayo, animaban a los más jóvenes a gritos.

El susto de Luisito fue gordo. Todas las miradas apuntaban a una Arantxa desfondada, pero de repente era el mirandés el que caía desplomado al suelo. «¡Médico, médico!», gritaban sus compañeros. Los doctores acudieron rápido. Y el enfermo hiperventilaba. «Tengo mucho frío, decía con voz temblorosa», mientras le abrigaban. Los galenos atendieron con mimo al burgalés que acabó recuperándose pronto.

Mientras, Izan se reía de los azules desde lo alto de la colina. «Son un chollo de equipo», desdeñaba. Seco, como capitán, le llamó al orden. «No hay que menospreciar», aconsejaba. Como ganadores, los verdes pintaron de rojo la cara de Eneko condenándole al duelo. Y los Puma se enzarzaban en un cruce de acusaciones buscando el culpable de su derrota. Al líder le tocaba señalar al nominado y apuntó a Izan.

En la asamblea azul volvieron a saltar las alarmas. Mientras unas lanzas apuntaban a Annie, otras se fijaban delante de Azucena. Y la vizcaína fue sentenciada. A Andrea, como jefa, le tocaba nominar a alguien y escogió a Arantxa. El trío se dirigió a un duelo candente cuyo objetivo era conseguir tres banderines en orden numérico, cruzando de pie manteniendo el equilibrio entre dos cuerdas. Izan libró a Azucena del lance y se batió con Eneko y Arantxa. Van Horenbeke destacó en los primeros minutos de la prueba, pero acabó desestabilizándose y cayendo, igual que Izan. Arantxa tenía el camino libre, pero no se atrevía a iniciar el recorrido. Izan logró ascender a las cuerdas y acabó el reto. Arantxa llegó al primer banderín, pero acabó tirando la toalla. Y Eneko, uno de los favoritos, no se rindió y peleó hasta el final. Llegó a subirse de nuevo a las cuerdas, pero una racha de viento le hizo caer de nuevo. «Mucha gente buscaba esto. De los otros equipos me lo imaginaba, pero del mío no», se lamentaba el campeón antes de abandonar junto a Arantxa la aventura.

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