«Abrí los ojos y ahí estaba él, por encima de mí, a unos pocos centímetros de mi cara. Un desconocido que me miraba con tanta amabilidad que estaba segura de que me iba a morir. Me acariciaba la cabeza, el pelo; Dios, qué guapo ... era. Deseé que fuera alguien que me amaba en lugar de alguien cuyas siguientes palabras serían: Te está dando un derrame cerebral». Este es uno de los párrafos del libro 'La belleza de vivir dos veces', volumen en el que Sharon Stone relata sus esfuerzos por reconstruir su vida y el lento y arduo camino que recorrió para recuperar la plenitud y la salud. Y es que la actriz sufrió un ictus grave que le costó no solo su salud, sino también su carrera, su familia, su fortuna y su fama mundial. Con esta mochila aparecía la estrella en 'El Hormiguero', dispuesta a contarle a Pablo Motos su vida, desde su compleja infancia a las relaciones en Hollywood que supusieron sus mayores decepciones.
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«Había tenido varios incidentes previos al ictus y muchos pensaban que estaba actuando cuando les decía que no me sentía bien», revelaba la artista que conectó en directo desde Los Ángeles. Motos se interesó entonces por ese momento en el que estuvo a punto de fallecer. «Tuve una experiencia en la que ves una luz blanca a lo lejos y sientes que te sales de tu cuerpo. Hay gente que piensa que es algo espiritual y otros, que es algo del cerebro. Posiblemente sea una mezcla de ambas cosas», reflexionaba.
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Stone afirmó que sufrió muchas secuelas tras el derrame. «Tuve pérdida de memoria, a largo y a corto plazo, perdí parte del oído izquierdo, tuve problemas de tartamudez y tuve que volver a aprender a andar, a hablar, a leer y a escribir», enumeraba sin perder la sonrisa. Estéticamente también le afectó: «Tenía un lado de la cara bastante caído y me inyecté bastante botox y procesos por el estilo para recuperarme». Los avances fueron lentos, pero no perdió nunca el rumbo. «Soy muy disciplinada y por eso conseguí recuperarme. Hoy en día, aún sigo trabajando en ello», admitía.
El humor también jalonó una charla en la que destacaron anécdotas como la que descubría que su abuela le enseñó a ser carterista. «Era irlandesa y todo un personaje. Se le daba genial y me enseñó la técnica. Mi abuela tenía vajillas de todos los hoteles en los que se había alojado», confesaba divertida. Y ante la pregunta de si había utilizado alguna vez esos conocimientos, la entrevistada no se cortó: «Una vez estaba con una amiga en el restaurante de un hotel de Praga y ella me retó a hacerlo. Me decía que no iba a atreverme. Y cuando nos fuimos a la habitación, le había metido la vajilla entera en su bolso». Por algo asegura la intérprete que el sentido del humor, «es la mejor arma contra el miedo».
Tras recordar cómo Woody Allen le dio su primera oportunidad y cómo ella descubrió a Leonardo DiCaprio, Stone habló de su salto a la fama con 'Instinto básico'. «El viernes yo era una persona normal y el martes siguiente iba por Sunset Boulevard, paré el coche en un semáforo y todo el mundo se echó encima de él. No veía nada y no sabía lo que hacer, había muchas personas encima de mi coche. Me abrumó mucho aquello», aseguró. Y es que, como decía aquella: «La fama cuesta».
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