'Salvados' destapa la odisea de abortar: «Tuve que esperar semanas. Cada patada era una puñalada»

El programa quiso dejar en evidencia los sorprendentes datos que ha publicado el Ministerio de Sanidad: hasta doce provincias no han notificado ni una sola interrupción voluntaria del embarazo en los últimos cinco años. Esos datos sorprenden debido que en ellas sí ha habido mujeres que la han pedido. Entonces, ¿por qué ocurre esto?

A pesar de que en Murcia sí se han notificado abortos, llama la atención que ninguno de ellos se ha producido en centros públicos. Para descubrir qué está ocurriendo allí, Gonzo entrevistó a varias mujeres que relataron su calvario al intentar acudir a la sanidad pública murciana. Salvados destapa las «trampas» que el Ejecutivo murciano realiza para maquillar los datos, llegando a provocar situaciones que ponen en riesgo la salud de las embarazadas.

Una de las afectadas relataba que, a pesar de vivir en la localidad de Lorca, fue derivada a una clínica privada, pero a 450 kilómetros de su casa. «Te vas en tu coche y te buscas la vida», comentaba resignada. Una vez realizada la intervención, la orden del médico fue que podía volver a su casa. «Con puntos y desangrándome me dice que me puedo ir ya para mi casa». En esa situación, sin supervisión, la orden es realizar el viaje de vuelta con total normalidad hasta la localidad murciana.

Pero el de Claudia fue el relato al que más tiempo le dedicó el programa y que estremeció a los espectadores por lo injusto de la situación por la que pasó. La joven explicó que cuando estaba embarazada de 20 semanas, de su segundo hijo, le informaron de que venía con una enfermedad incompatible con la vida: «Holoprosencefalia. Es que, en vez del cerebro formarse por dos hemisferios, solo se forma como uno y eso es incompatible con la vida», recordó.

Comentó que la ginecóloga le dijo que al niño le quedaba «muy poquito tiempo». Por lo que a ella no le quedó otra opción: «Sabía que Miguel no podía continuar adelante y decidí en ese momento interrumpir». Por lo que preguntó el protocolo en el Hospital Virgen de la Arrixaca, en Murcia. Al decidir abortar, desde este hospital público le mandaron a una clínica privada para inducirle el parto.

«Pensaba que era algo que se haría en el hospital», afirmó la joven, que explicó a Gonzo cómo este centro sanitario siempre deriva a las mujeres a esa clínica, una clínica que tenía muy malas críticas, por lo que decidió acudir a otra en Madrid. De esa forma, Claudia tuvo que esperar dos semanas para abortar, un tiempo terrible para ella: «Cada patada era una puñalada».

Pero aún fue peor cuando llegó a la clínica y vio las condiciones pésimas en las que se llevaban a cabo los tratamientos: «Tenía claro que me moría allí», recordó emocionada, sin poder reprimir las lágrimas.

Las ministras de Igualdad, Irene Montero, y de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, junto a la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, reclamaron este domingo que el derecho de las mujeres al aborto se ejerza de forma «segura, pública y gratuita» en todas las comunidades autónomas.

Fue la reacción de las tres dirigentes de Unidas Podemos a través de sus perfiles en la red social Twitter, después de la emisión del programa 'Salvados' en La Sexta.