Rodri delata a Nico Williams en 'El Hormiguero': «Está con el TikTok antes de los partidos»

Llegó con el Balón de Oro bajo el brazo. Rodri Hernández se sentaba ante Pablo Motos, a quien dejaba embelesado con el trofeo dorado. «Yo te veo levantando un día uno de estos», vacilaba el futbolista. «Si, es lo mío. No he metido un gol en mi vida. Una vez jugué un partido y lesioné a un amigo mío. Luego me dejaron solo ante la portería, pisé el balón, me caí y no metí gol. Eso es lo más cerca que he estado de lo que tú haces», respondía el presentador de 'El Hormiguero' entre risas.

Rodri quería enviar dos mensajes antes de comenzar la entrevista. Uno de solidaridad por la DANA y otro, para felicitar a Rafa Nadal, «por ser más que una leyenda», precisaba. Motos aprovechaba la tesitura. «Ayer entrevisté a Almeida y hablamos de la DANA y de la recuperación. Yo he perdido un amigo allí. Y cuando llegué a casa, una persona de su familia me dijo que lo que no se iban a poder recuperar son los muertos. Me quedé flasheado y pensé que a lo mejor tendría que haberlo tenido en cuenta en la entrevista. Es verdad que lo que no tiene recuperación es la gente que murió, y las faltas de la gestión y todo lo que se hizo mal deberían tener consecuencias», afirmaba.

«Se me han juntado las dos cosas más importantes de mi carrera deportiva, una positiva y otra negativa: la lesión hace dos meses y el balón de oro», contaba Rodri sincero. El deportista quería reivindicar algo. «En mi opinión, España ha vivido uno de los mejores momentos de la historia del fútbol y que solo tuviésemos un Balón de Oro era curioso. Por eso quise rendirles ese tributo», aseveraba señalando a sus compañeros. Y no tenía inconveniente en señalar a quién él considera el mejor del mundo. «Messi, porque Cristiano ha conseguido equipararse a él en muchas cosas, quizá sin un talento innato como el que tiene Leo, pero los que realmente jugamos contra ellos nos percatamos de sus diferencias. No querías que Cristiano pisará el área porque era letal, pero Messi lo era en todo el campo», argumentaba. 

En su discurso al ganar el Balón de Oro, Rodri contó que estuvo a punto de dejar el fútbol con 17 años. «Fue un antes y un después. Entré en la cantera del Atlético de Madrid con doce años, vi que empiezas a cultivar una carrera deportiva en la que das absolutamente todo sin tener la certeza de que vayas a recibir nada. Y es algo que mucha gente no ve. Luego me fui al Villarreal, lejos de la familia, y fue un momento complicado. Encadené dos años en los que no me salieron las cosas y llamé a mi padre desconsolado y le pregunté qué sentido tenía todo lo que había hecho. Él me dio ese empujón que necesitaba», descubría. 

A sus 28 años, a Rodri ya le consideran veterano, sobre todo compañeros como Lamine Yamal o Nico Williams. «Están todo el rato, ¿qué pasa bro¿ ¿cómo estás bro…? Y yo le digo: ¿qué es eso? Y están con el TikTok y eso antes de los partidos. Eso sí, yo llego a la final de la Eurocopa con 17 años y, mínimo, el brazo derecho me tiembla. Estos están ahí con su música, bailando… Están hechos de otra pasta», ponderaba.

Y hablaba de salud mental. «Nosotros tenemos una vida con mucha presión y a mí nadie me enseñó a vivir con eso. Además, solo vale ganar. Y todas esas preocupaciones existen. Yo he pasado por momentos duros, casi siempre por ansiedad», desvelaba. Motos le preguntaba por Morata. «En la Eurocopa, sabía que algo no iba bien porque le conozco», aseguraba.

Rodri sigue lesionado, aunque sostiene que lleva bien la recuperación, «quizás porque llevo muchos años de traca, el cuerpo ha parado un poco y lo agradece», comentaba. Y definía su calvario. «Me lesioné en la final de la Eurocopa y de ahí me salió un problema ciático en la pierna izquierda. Pasé unas vacaciones de horror. Y empiezo la temporada y pensaba que, por lo menos, podría correr. Y no. Y luego aparece el cruzado. Me operaron y yo pensaba, ¿y el ciático ahora qué? La primera semana llegué a tal punto de desesperación que me tiré a la piscina de cabeza. Con los puntos y todo», recordaba.

Motos acabó la charla apuntando a la ciudad inglesa en la que vive. «Yo dije que Manchester es más feo que una nevera por detrás y se lo atribuyeron a Edurne. Sin ánimo de reavivar la polémica, si yo fuese a Manchester contigo, ¿qué cosas bonitas me enseñarías? ¿Una gasolinera?», ironizaba el comunicador. «El estadio es bonito», esquivaba el invitado que acabó claudicando a medias. «Manchester es feuchilla, y le hace más feuchilla el hecho de ser gris. Nunca sale el sol. Pero es tranquila y eso a nosotros nos viene muy bien. Eso sí, mi novia tiene un tour montado y te lleva a sitios chulos», zanjaba.

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