Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Entre vídeo y vídeo, ya entrada la noche, Carlos Sobera se acercó a Rocío Flores para indagar sobre sus sentimientos ante la comparecencia en directo que su madre va a realizar en Telecinco. «No quiero molestar, pero…», se excusaba el presentador a ... sabiendas de que iba a tratar un tema que nada tenía que ver con 'Supervivientes'. La serie documental de Rocío Carrasco se interrumpe esta semana porque su protagonista quiere acudir al plató para solventar dudas. Y el periodista quiso saber cómo se sentía su hija. «No tengo miedo a nada, cada uno es libre de decir lo que quiera», avanzó la joven sin entrar en más detalles.
El conductor del debate hurgó en la herida en busca de más detalles, después de la petición desesperada que Flores había hecho a su progenitora en 'El programa de Ana Rosa'. «En mi casa jamás en la vida se me ha inculcado odio hacia mi madre, jamás en la vida. Siempre lo he dicho y no tengo por qué mentir porque es la realidad», dijo en el espacio matinal antes de contar que ha llamado a su madre varias veces sin obtener respuesta. «Mamá, habla con nosotros», suplicaba mirando a cámara.
«El viernes expresé de esa manera mis sentimientos porque exploté», argumentaba la colaboradora sin querer añadir más leña al fuego, pese a la insistencia del maestro de ceremonias. Pero tras un vídeo del concurso, Sobera anunció que Rocío Flores quería matizar algo. «Quiero dejar algo claro, los mismos sentimientos que yo expresé el viernes de forma pública, porque no he podido hacerlo de manera privada, los he expresado ante mi padre en privado cuando lo he creído necesario y cuando he visto que algo no me parecía bien. He tenido total libertad para sentarme con él y poder explicarle lo mismo que dije el otro día», concretaba la hija de Antonio David.
Ninguno de los tertulianos presentes en plató abrió la boca. El presentador respetó su decisión de no hablar más y pasaron a otra cosa dando un giro de 180 grados. Habrá que ver si en próximos debates conservan un hueco para que el tema estrella de Telecinco aparezca sin avisar. Por lo demás, Alejandro Albalá se ha librado de la nominación, dejando en peligro a Antonio Canales, Melyssa Pinto y Tom Brusse; Lara Sajén y Alexia Rivas opinan que Agustín Bravo es antiguo y casposo, pero no se lo dicen a la cara; Tom y Melyssa han roto su tregua y vuelven a discutir, aunque en esta ocasión nadie sabe muy bien por qué ha estallado la guerra; a Carlos le ha pasado factura no ser el elegido para abandonar el barco encallado y convertirse en concursante oficial, «¿qué hago mal? No lo entiendo», se preguntaba confundido; y a la pobre Valeria Marini le han acribillado los mosquitos, «será porque tengo la sangre muy dulce», razona la diva italiana sin parar de rascarse.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.