A Rocío Flores le dan donde más le duele, en 'Supervivientes'

Lo de José Antonio Avilés en 'Supervivientes' es un desatino continuo. Si la semana pasada rompía su amistad con Barranco, esta vez se ha enfrentado a Rocío Flores y ha dinamitado la única relación sólida que le quedaba en la isla. Todo comenzó cuando la nieta de Rocío Jurado trató de hacerle entrar en razón y se chocó contra un muro. El tertuliano es más terco que una mula y no acepta críticas vengan de donde vengan, aunque sea su única amiga las que se las brinda con la mejor intención. Tras cabrear sobremanera al tronista, que acabó por decirle que tenía «menos credibilidad que un billete de tres mil euros», Avilés chocó de frente con Rocío.

«Tú has venido aquí a limpiar tu imagen», acusó el colaborador de 'Viva la vida' sorprendiendo de forma desagradable a la joven. «¿Qué es lo que tengo que limpiar?», preguntó ella visiblemente enfadada. Y él esquivó la cuestión y arremetió dándole donde más le duele a la hija de Rocío Carrasco. «Preocúpate de arreglar lo que tienes que arreglar con tu madre», soltó. Y la bomba estalló. «Móntate aquí y pedalea», respondió la muchacha haciéndole una peineta. «Yo, como hijo, me mantendría callado y no insinuaría cosas de mi madre», arremetió como un Miura. Sabía que aquello iba a suponer un antes y un después, había pinchado en hueso y no había vuelta atrás. «Nunca jamás se me ha pasado por la mente hacer una exclusiva hablando mal de mi madre», gritó Rocío indignada. Pero su contrincante, lejos de amilanarse, siguió lanzando cuchillos. «Tú no hablas porque sabes que Rocío Carrasco no va a hablar», amenazó. Y la mención a su progenitora hizo explotar a la aludida. «Tú a mi madre la dejas en paz», exclamó ofendida. Jordi González contó entonces que la discusión en directo había afectado tan gravemente a Rocío que se había marchado y quería hablar con la organización del concurso. El presentador cebó así una historia que continuará en próximos capítulos.

Ana María Aldón tampoco congenia con el polémico periodista. La mujer de Ortega Cano le reprochó que hablara de Gloria Camila en la última gala y lo hizo con advertencia incluida. «Eres un boca chancla y ya te enterarás cuando llegues a España», dijo insinuando que le podía caer alguna demanda. Se ve que José Antonio no sabe vivir sin discutir y busca pelea disparando a todo lo que se mueve. «No voy a cambiar mi forma de ser porque no les guste a otras personas», se defiende Avilés que lo mismo ataca a sus enemigos que la lía con sus amigos. El joven ha quemado ya sus últimos cartuchos y no le quedan 'náufragos' a los que acudir porque todos le han calado y ya ninguno se fía de él. Para colmo, está nominado y se ve en la calle; aunque conociendo al personal –que disfruta más con las broncas que con la armonía- no sería de extrañar que se salvase y continuara con su misión suicida desquiciando a propios y extraños. Habrá que verlo.