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Si la semana pasada mostraban una denuncia que le pedía de uno a cuatro años de cárcel, esta vez Risto Mejide enseñaba otra querella, esta vez interpuesta por el abogado vasco Aitor Guisasola, que incidía en la anterior «con la novedad de que ... esta vez exige una fianza de cien mil euros», precisaba el publicista que calificaba de anécdota esos papeles. No obstante, el presentador de 'Todo es verdad' quiso charlar con su denunciante en directo. «Hacemos esta querella en nombre de la Asociación Movimiento de Regeneración Política de España. No se lo tome a broma porque, aunque le resulte gracioso, cuando vaya a los tribunales no le va a resultar tan jocoso», avisaba el letrado.
El conductor del espacio instó a su invitado a que fuera serio y no le llamara Ricardo Mejide Roldán. «Yo me llamo Risto, si vas a denunciar a alguien lo mínimo es poner bien el nombre del denunciado», ironizaba añadiendo un fallo que aparece en la página cuatro de la demanda. «Pone Risto Mejode. Hombre, no haga chascarrillos», decía con sorna mientras el abogado insistía: «Se le ha interpuesto porque usted ha incitado a la hostilidad y al odio a personas que, dentro de la legalidad, han decidido no vacunarse». El comunicador puntualizaba algunos detalles de la denuncia. «Quizá no debería obviar que ciertas declaraciones a las que alude están hechas en un programa de humor. Incluso cita a mis compañeros cómicos Miguel Lago y Antonio Castelo», explicaba. Pero el aludido no se amilanaba. «Mi abuelo decía que lo que se dice en broma se dice en serio, y el humor no lo puede amparar todo. Decir que hay que dar dos hostias a los no vacunados bajo el paraguas del humor para mí no exime del delito cometido», atacaba.
En un ambiente tenso, la charla se fue calentando y Risto acabó defendiendo a sus compañeros y sus palabras. «También le digo que voy a ejercer mi derecho a la libertad de expresión, los derechos de los vacunados y que la información que tengamos los vacunados nos permitan vivir tranquilos. Y si hay cuatro millones de personas que han decidido no vacunarse, lo voy a respetar porque es legal, pero también voy a exigir que se respete la libertad de expresión de los medios de comunicación y que podamos decir y decidir con quién estamos y con quién no. Y eso, señor mío, no tiene nada que ver con el odio, tiene que ver con la protección con la seguridad, con la sanidad y la salud pública. Ustedes hagan lo que quieran, pero a mí me van a tener enfrente en un juzgado y donde haga falta», declaró muy serio. El abogado soltó entonces: «Y está usted sin mascarilla». Y la censura enervó al presentador. «Porque todos estamos testados antes de entrar en este plató y guardando la distancia de seguridad en cada momento. Si usted quiere cuestionar los procedimientos de esta casa pone otra querella, mientras tanto nos vemos en el juzgado. Muchas gracias», zanjó visiblemente enfadado.
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