El 'recadito' que Bertín Osborne quiere que Rafa Nadal le de a Julio Iglesias

El 13 veces ganador del Roland Garros reveló también que cuando era joven tenía miedo a la oscuridad y ahora «no se me dormir si televisión», dijo. En cuanto a sus principios con la raqueta comentó que su tío (Toni Nadal) fue muy exigente en sus primeros entrenamientos. «Tenía el objetivo de hacerme tenista profesional y gracias a ello estoy aquí. Entonces pasé días difíciles, pero valió la pena. Yo tenía buena capacidad de aguante», aclaró.

Lo curioso es que el rigor que mantiene en las pistas no tiene nada que ver con su vida privada. «Lo he intentado, pero me causa un estrés que me parece contraproducente», afirmó. Y el deportista no siente que su sacrificio haya sido excesivo. «Creo que no me he perdido cosas importantes en mi vida, he hecho todo lo que han hecho mis amigos. Lo he hecho menos, eso sí», reveló. Sobre su mítica 'zurda', Nadal declaró que cuando empezó jugaba a dos manos. «Y mi tío me dijo que no había muchos profesionales que lo hicieran, así que había que cambiar y el drive tenía que ser a una mano. Y a mí me salió darle con la izquierda», expuso. Eso sí, a la hora de comer utiliza la derecha, lo mismo que cuando escribe o hace otras rutinas.

Uno de los momentos más tremendos de su carrera fue cuando se lesionó en 2005. «El hueso escafoides se partió y por eso tengo una especie de bulto en el pie. Me llegaron a decir los especialistas que no creían que pudiera jugar a alta intensidad», recordó. Al final, los doctores lo trataron y se recuperó, pero la única manera de seguir en las pistas era que su punto de apoyo cambiase y diseñaron una plantilla especial para ello. «Me tuve que ir a Portland, a la fábrica de Nike, para que me hicieran unas zapatillas especiales porque la plantilla no cabía en las normales», aseguró.

«Yo no he sido más feliz por ser el número uno del mundo», sostenía el mallorquín que reconoce que actualmente solo se divierte «a veces» jugando al tenis. «Me gusta competir y, cuando estoy bien físicamente, sí me divierto. Es más un sentimiento, me gusta», definía. Eso sí, la edad le ha restado presión. «Me divierto mucho más entrenando ahora que hace once años. Vivo la vida deportiva mucho más calmado», añadía. Cuando deja la raqueta se relaja buceando, aunque la modalidad marítima le dio un sobresalto cuando empezaba a practicarla. «En Bahamas tuve un problema. Me despisté, cogí una langosta en un arrecife de coral y me llevó la corriente. Me asusté», contaba.

Nadal demostró en el programa que, además de buen jugador, es un notable cocinero, «pero de mar: pescados, mariscos…», puntualizaba. Y es que carne come poca «porque me cuesta tragármela», descubría. Puestos a buscarle defectos, confesó ser impuntual. «¡Y en mi boda me lo devolvieron por veinte!», exclamaba refiriéndose al retraso con el que apareció su esposa en la iglesia. Rafa comentó que había participado en un videoclip de Julio Iglesias, cantante con el que habla a menudo. «Pues cuando le llames dale un abrazo de mi parte y dile que es un cabrón», bromeó Bertín porque aseguró que le ha invitado varias veces al formato y siempre le dice que no.