El polígrafo que provocó un cataclismo entre los colaboradores de 'Sálvame'

Lydia Lozano, Miguel Frigenti, Kiko Matamoros, Marta López y Belén Esteban pasaron por el aro sacando a la luz distintas opiniones que, en ocasiones, no eran del todo ciertas. Matamoros, por ejemplo, desveló que se ha planteado abandonar 'Sálvame' por el espinoso asunto. «Ha habido momentos en los que veía un clima de radicalización extremo, una especie de macartismo repugnante. No se permitía desarrollar las explicaciones… No sabía si me compensaba seguir», reflexionaba acusando veladamente a la productora de favoritismos hacia una de las partes.

Lozano, por su parte, confesó que el mismo día que se anunció el estreno del documental sobre la hija de 'la más grande', «Antonio David me llamó para tantearme», aseguró. Su eterno rival, Matamoros, la acusó entonces de servilismo. «Hiciste el ridículo pidiendo perdón a Rocío Carrasco de forma sumisa», censuraba. Frigenti iba más allá al admitir que había amparado a la protagonista de la película por interés propio. «Tengo que reconocer que defender a Rocío Carrasco me ha beneficiado, pero mi defensa no era artificial», puntualizaba. Y como sus compañeros no acababan de creerle -Matamoros lo calificó de «oportunista»- y se choteaban de él, pidió a la 'cúpula', muy ofendido, que le sometieran de nuevo al polígrafo para demostrar que cree firmemente en Carrasco.

La velada destapó que Amador Mohedano habla «pestes» de su sobrina y que los hermanos de Rocío Jurado desmienten que exista un diario secreto de la cantante y si sale a la luz pedirán pruebas caligráficas. Además, Belén Esteban reveló que había cenado con Carrasco. «La noté triste, vi a una persona que está en tratamiento. Me preguntaba por mi hija y me daba pena», afirmaba compungida la 'princesa del pueblo'. Lozano apuntó entonces que no la ve preparada para trabajar en 'Sálvame'. Rocío ya se ha presentado y conducirá una sección propia en el programa, cosa que Lydia ve algo precipitada. «Y no quiero decir que no sea profesional», concretaba.

Matamoros se refirió a Rocío Flores detallando que lo estaba pasando muy mal. «Está sufriendo bullying por las redes sociales», denunciaba. Y Frigenti quitaba hierro al asunto aseverando que todos los que estaban en plató padecen algo así. «Me niego a que lo normalicemos porque lo vivimos muchos», censuró María Patiño. Y así hasta las tantas de la madrugada.