Pedro Piqueras vive su aventura más arriesgada en La Palma: «En dos minutos, estás muerto»

El pasado mes de diciembre se cumplió un año del final de la erupción volcánica que asoló parte de la isla canaria de La Palma. Tres meses donde la lava que emergió del volcán de Cumbre Vieja devoró a su paso 1.218 hectáreas, 370 de cultivos, 1.676 edificaciones y 73,8 kilómetros de carreteras. Fueron evacuadas 7.000 personas y aún quedan por realojar a centenares. Y a pesar de que ya han transcurrido catorce meses del último día de erupción, muchos vecinos no pueden volver a sus hogares por las altas cantidades de dióxido de carbono que se respiran. Cantidades letales.

Pedro Piqueras abandonó durante unos días la redacción de Informativos Telecinco para volver a La Palma, esta vez junto a Jesús Calleja. Fue el invitado de 'Planeta Calleja' y su misión era investigar, junto al leonés y el resto de científicos, las consecuencias que había dejado la erupción del volcán.

El periodista pudo comprobar cómo hay localidades fantasma que recuerdan a la ucraniana Prípiat. En el ambiente de La Bombilla y Puerto Naos se acumulan un 44% de partículas de dióxido de carbono -a partir del 14% ya se considera letal-. Nadie puede entrar al barrio, solo personal autorizado y perfectamente equipado. Aún así, la estancia no puede ser superior a dos horas. ¿Y qué pasa si entras sin protección? «En dos o tres minutos, muerto», repitió constantemente Calleja.

La aventura de Piqueras no se quedó ahí. El periodista no acudió con los zapatos adecuados y casi se quema los pies. Tanto él como Calleja ascendieron hasta el cráter del volcán y el comunicador comprobó cómo se estaba quedando sin zapatos. «Es una putada. Voy a intentarlo y si veo que sufro, vamos bajando». A escasos metros por debajo de ellos, el termómetro alcanzaba los 400 grados. Piqueras tuvo dos pequeños sustos pero siguió adelante y Calleja alucinó con su sobreesfuerzo: «¡No tienes suelas! Lo tuyo hoy es épico». «Tengo que subir. Soy un tío de Albacete», bromeaba el comunicador. Finalmente, culminó la ascensión como un «héroe de la montaña», recalcó.

Los olores y las vistas en la boca del cráter eran impresionantes. «Es una maravilla de la naturaleza, aunque causa mucho dolor a muchas personas. Gracias a este programa y desde la erupción del volcán, he sentido cómo ha sido la formación de las Islas Canarias», concluyó emocionado Piqueras.

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