El teatrillo de Patricia Donoso en 'Supervivientes': abandona, regresa y amenaza con volver a marcharse

Que no se fue. Que al final lo de Patricia Donoso en 'Supervivientes' fue un amago que resolvieron en el último minuto, cuando la muchacha decidió cambiar la dirección de la barca y volver a la isla. Es decir, se marchó, pero volvió. Después de decir que se iba, estuvo pensando y regresó. Parece una de esas sentencias cómicas de José Mota, pero no. Y exactamente la misma secuencia que vivimos en el debate con Ion Aramendi, se repetía ahora con Carlos Sobera. Donoso, con cara de pasa, atendía al interlocutor manifestando, otra vez, sus deseos de largarse. Está claro que la supuesta asesora de Paris Hilton está más indecisa que cuando abren una caja nueva en la cola del supermercado.

«Te lo voy a explicar en pocas palabras. Estoy en un ambiente que no es el mío, pensé que iba a poder con el calor y con el hambre, que es terrorífico. Y las palabras de Charles no me ayudaron para nada, me enfadaron muchísimo porque él sabía que no debía llamarme. Lo teníamos pactado. Y, además, sé cuándo me está mintiendo y estaba muy forzado en esa llamada. No creo que quisiera que me quedara», alegaba la abogada ante un estupefacto Sobera que rebatía su discurso. «Si te vas decepcionarías a muchos de tus seguidores y familiares que confían en ti, además de a la cadena y a la productora», advirtió el comunicador. La aludida no alteraba su decisión. «Estoy minando a mis compañeros, les haría un daño al quedarme», argumentaba. Y también tenía respuesta al aviso. «Ya lo tengo en cuenta y he esperado hasta el martes por eso. No voy a dar marcha atrás ni pedir más disculpas. Tenía que haberlo hecho el domingo para que esto no volviese a ocurrir. Si las puertas de Telecinco se cierran para mí, lo tengo que asumir», perseveraba.

Más de media hora duró el tira y afloja entre el presentador y la concursante, hasta que ella avanzó algo sin que le preguntasen siquiera por ello. «No quiero quedarme hasta el jueves porque sé que Jorge Javier me va a convencer», largó. Y Sobera se agarró a ello como a un clavo ardiendo. «Ah, no, eso si que no te lo compro. Entonces se lo dejo a Jorge Javier y te vas con él», zanjaba sin dar oportunidad de réplica a la 'superviviente'. Lo curioso es que ya no se habló más del tema. Se hicieron los juegos, se liberó a uno de los nominados -la audiencia salvó a Diego, quedando en la lista negra Alma, Jaime y Ginés- y hasta se repartieron regalos, algunos envenenados, entre los participantes del 'reality'. Y ahí estaba Donoso, riendo y colaborando en las pruebas como una más. Y poco más dio de sí la velada. No hay muchos más conflictos y parece que, salvo alguna discusión sin pretensiones, todos se llevan la mar de bien. Quizá esa ausencia de broncas es la que está provocando esta retirada que no acaba nunca y se estira como un chicle. Lo de Donoso suena a teatrillo de tercera división, veremos si el jueves, en la gala de Jorge Javier, siguen prolongando un drama que huele a falso. Si se lo proponen, pueden batir el récord del amago de abandono más largo.