Pablo Alborán confiesa su nueva vocación en 'El Hormiguero'

«La reflexión es sencilla. Yo me paso la vida buscando señales y creándolas para que las cosas salgan bien. Y hay un montón de símbolos que se supone que nos traen suerte, como el trébol de cuatro hojas. Pues no, la cuarta hoja eres tú. Este es un disco que celebra la amistad, el amor y la vida». Así definía Pablo Alborán en 'El Hormiguero' su último trabajo que animaba a la audiencia a vivir el presente. «Creo que todos los días son un golpe de suerte. Vivimos muy atados al pasado, a pensar qué tiempo fue mejor o cuándo fui feliz por última vez, y todos los días hay una oportunidad para tener un golpe de suerte», proclamaba ante Pablo Motos.

«Con este disco es la primera vez que estoy satisfecho del todo. Y que yo diga esto es fuerte. Siempre tienes ganas de seguir tocando las canciones, cambiarlas, y seguramente pasará, pero cuando terminaba su producción pensé que estaba todo como tiene que estar», afirmaba el entrevistado. Eso sí, a la hora de componer no acepta distracciones, ni las más vitales. «Hay algo físico que me sucede. Si estoy en el estudio, me da igual si tengo ganas de ir al baño, si tengo sed o tengo hambre. Hasta que no termine lo que tengo en la cabeza no puedo salir de allí. Es que si vas y vuelves, las cosas ya no están igual», descubría. 

Alborán demostró su felicidad sin paliativos durante la charla. «Estoy en un momento súper positivo con muchas ganas de emocionarme y de vivir», aseguraba. El cantante destilaba buen rollo y humildad. «Después de la pandemia he decidido vivir una vida normal. Yo siempre voy a por el pan y al supermercado. Me gusta mucho la normalidad. Es cierto que cuando eres famoso hay que hacer un esfuerzo porque siempre que vas a conocer a alguien suele tener un prejuicio sobre ti, y tú ya estás en desventaja. La fama te quita ese trocito de espontaneidad, pero aun así no voy a dejar de ser como soy», sostenía. Su familia es la responsable de esa sensatez. «En mi casa, mis padres nunca me han dicho que yo podía ser lo que quería. Me decían que iba a ser lo que pudiese ser. Y yo he luchado por mostrar la mejor versión de mí, por cumplir mis sueños de hacer música. Y si sale mal tengo otras cosas que me hacen feliz. Claro que me hace feliz vender muchos discos o llenar conciertos, pero la vida también son muchas otras cosas y el éxito puede ser peligroso si todo se basa en un número porque no somos un número», sentenciaba. 

En el terreno de las anécdotas, el músico rememoró una que le ocurrió durante un recital en Nueva York. «Me dicen muchas burradas. Una mujer estaba cantando y bailando todas mis canciones y el marido gritó: 'Por favor, mi mujer quiere un hijo tuyo, no lo quiere mío'. Y yo flipaba», evocaba entre risas. La gran sorpresa de la noche llegó cuando Alborán confesó su nueva ocupación. «Estoy estudiando para ser actor. Me apetece. Tengo mucha curiosidad y muchas ganas de aprender. Y, además, creo que te enriquece mucho en muchos aspectos. Pienso que me puede ayudar también en la música. La música tiene mucho de cine y al revés. De hecho, ninguna de las dos disciplinas convive sola», opinaba. Motos le preguntó si prefería el drama, la acción, la comedia o el romance. «No, de momento estudio. Pero si queréis que participe en algo, ¡llamarme!», animaba el intérprete.

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