Omar Montes desvela la persecución que sufrió en el Mundial de Qatar: «Casi nos matan»

El cantante acudió a 'El Hormiguero' para presentar su último trabajo y desgranó lo mal que lo pasó en el Estado árabe por una reivindicación que gritó en el escenario

Martes, 28 de marzo 2023, 07:24

Ataviado con un look a lo Mr.T, casi recién salido del 'Equipo A', apareció Omar Montes en 'El Hormiguero'. De negro y con collares de oro y diamante ilustrando su torso, el cantante sorprendió a Pablo Motos con su 'brillante' estilismo. Montes acudía para presentar 'Quejíos de un maleante'. «Estamos los maleantes que he ido recogiendo por mi barrio. Somos ya 45 personas, todos de mi barrio y todos maleantes de verdad. Y todos se ocupan de algo porque yo recuerdo que cuando empezamos cada uno tenía una labor. Todos son válidos», afirmaba destacando que en su flamante gira mezclará flamenco y reguetón.

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Excéntrico y adicto al espectáculo, Omar explicaba una de las 'performances' que ilustra sus conciertos. «Hay un Ferrari. Me vas a querer matar cuando te lo diga. Estuve mirando en Alemania para traerlo porque allí es más barato. Lo compré, lo corté para poder subirlo a los escenarios, le he quitado el motor y todo lo que pesaba y lo he descapotado porque he contratado a un bailaor de flamenco que se llama Daniel Caballero que se sube en el Ferrari y baila. Algunos dicen que he hecho un crimen, pero a mí me gusta utilizarlo como instrumento», argumentaba dejando claro que el automóvil «era de segunda mano porque tampoco soy tonto».

El éxito acompaña a Montes y su cuenta corriente lo nota. «Cuando tienes más de un millón de euros se complica la vida. Cuando la gente sabe que uno tiene dinero es como que está obligado a pagar en todos los sitios. No se valora. También molaría que alguien se animara y apoyara, aunque sea con poco. Parece que no lo haces de corazón, sino que es lo normal», reflexionaba sobre la riqueza. Y es que la guita lo altera todo. «Inevitablemente el dinero te cambia. Lo políticamente correcto sería decir que no. Tú puedes intentar ser la misma persona, tratar de que no se te vaya mucho la olla porque si te pasas de listo, vuelves a ser tonto. Yo antes iba al Zara, cogía un pantalón que me gustara y lo primero que hacía era mirar el precio. Ahora ya no», comentaba.

Una de sus últimas giras le llevó al Mundial de Qatar, donde la lio al gritar sobre el escenario «Vivan las mujeres, viva el amor libre y que cada uno se vaya con quien le dé la gana». En el Medio Oriente no sentó bien la proclama. «Casi nos matan, pero quitando eso… Lo tomaron medio mal. Cuando estaba llegando al hotel, el recepcionista me dijo que habían estado preguntando por mí y que tenían mala pinta. Me recomendó que me diera un paseo. Cuando vea que esto está libre de que te hostien, vienes, me dijo», aseguraba tratando de quitar hierro al asunto, pero pronto confesó que lo pasó realmente mal. «Hay mucho más, la verdad. Al final me acabaron pillando, tuve que salir corriendo, me escondí en una lavandería… Estuve dos horas escondido debajo de una mesa. Solo salí cuando quedaba poco para montar en el avión. Metí la pata, lo reconozco. Pero tenía que reivindicar las cosas nuestras», admitía el músico que antes fue púgil y aseguró que, en unos meses, volverá a boxear. «Yo peleo por vicio. La verdad es que me gusta más dar una torta que a un viejo una garrota. Llevo toda la vida luchando y me pica el gusanillo. Es verdad que no estoy en forma, pero estoy entrenando», contaba.

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