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Esclarecer las cosas era el supuesto objetivo, aunque la misión fue fallida porque lo que lograron fue enfangarlas más de lo que ya estaban. 'Ahora Olga' era un programa especial en el que Olga Moreno, esposa de Antonio David Flores, tomaba la palabra después de ... tres meses y pico abandonada en una isla. Y lo hacía para reivindicar otra verdad, la suya; verdad que choca de bruces con todo lo que Rocío Carrasco expuso en su documental. El examen de conciencia que hizo la cadena en su momento varía el rumbo. Carlos Sobera abría el espacio sorprendiendo a la audiencia. «Supongo que Antonio David tendrá su oportunidad de expresarse, en su momento, dentro de Mediaset», lanzaba el presentador dejando la puerta abierta a algo que parecía imposible hace unos meses: la vuelta del polémico tertuliano a la televisión que prescindió de sus servicios acusándole de maltratador.
Pasado un tiempo desde la emisión de la docuserie de Carrasco, Olga respondía a aquellas cuestiones por las que había sido señalada. «No vengo a convencer a nadie ni a hablar de Rocío Carrasco, vengo a comentar lo que se ha dicho de mí», anunciaba seria para expresar luego lo mal que se ha encontrado a los suyos a su regreso de 'Supervivientes'. «Mi familia está derrumbada. Hasta mi hija pequeña, con solo ocho años, ha tenido que ir al psicólogo. Se encontraba con pintadas que llamaban maltratador a su padre. ¿Sabes lo que es eso para mi hija?», reprochaba llorando.
Su relato comenzaba reivindicando su papel en la vida de Rocío y David Flores. «Lo único que he hecho en estos años es darle mucho amor a unos hijos que no son míos», manifestaba deseando que en un futuro Carrasco «abra los ojos y vea que sus hijos están ahí». Ante la pregunta de si entendía a la otra parte, Olga respondía: «Me he puesto en la piel de Rocío Carrasco desde el minuto uno, pero parece que por darle cariño a esos niños estoy cometiendo un delito».
Tras disculparse por algunas conversaciones que mantuvo en la isla referidas a la hija de 'la más grande' -«si hubiera sabido lo que estaba pasando fuera habría medido más mis palabras», confesaba-, la entrevistada afirmó arrepentirse de algunas cosas, «por ejemplo de haber estado más pendiente del niño que de Rocío», sostenía. Y proclamaba: «Nunca he utilizado a los hijos de Rocío Carrasco». Olga insistió en que en su casa nunca han hablado mal de la ex mujer de Antonio David. «Nos hubiese encantado que la madre estuviese con sus hijos desde el principio», declaraba. Y también opinaba: «Yo soy madre y por mi hija iría hasta el fin del mundo. Si a mí me roban a mi hija cruzo mares».
Después de desmentir varios testimonios de Carrasco, dirigió hacia otro lado los misiles. «La gente que se preocupa por Rocío Carrasco que no miren a mi marido, que miren más cerca de ella. Los que la quieren, que la ayuden», lanzaba. Insinuaciones que apuntaban a Fidel Albiac, según comentaron algunos colaboradores. «A mí Rocío Carrasco no me ha pedido ayuda nunca», revelaba.
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