El motivo que casi dinamita la amistad de Pablo Motos y Juan del Val

Habitualmente ocupa la silla de colaborador en 'El Hormiguero', siendo uno de los rostros más habituales del programa, pero esta vez le tocaba protagonizarlo. Juan del Val era el invitado principal gracias a su nuevo libro, 'Bocabesada'. «Me fascina», brindaba Pablo Motos. «Siempre me cuesta muchísimo explicar de qué va una novela. Por resumir, 'Bocabesada' es el nombre de una productora de televisión en la que van cruzándose diferentes personajes de todas las edades y condiciones. Y al final, todas las tramas son excusas para contar personajes, que es lo que a mí me gusta», explicaba el autor que catalogaba su obra de «ácida y tierna». 

«Yo creo que en el mundo hay demasiados cursis. Y pienso que se confunde a menudo la sensibilidad y la cursilería. Yo soy preso de mi imagen. Lo he sido siempre. Habitualmente me rio y me gusta estar con la gente, pero es verdad que tengo otra imagen y es posible que, en algún momento y de manera inconsciente, yo lo haya fomentado. Me dicen que impongo mucho, pero creo que soy bastante accesible», confesaba Del Val ante la apreciación de su anfitrión de que algunos le ven como alguien distante y chulo. «La modestia siempre es mentira. Creo mucho más en la humildad y en querer aprender. Ahora, si me preguntas que hay mucha gente que me ve como un chulo… ¿Cómo contesto? Pues como un chulo», exponía irónico.

El literato echó la vista atrás para recordar su complicada juventud. «En la adolescencia todo se torció y entró el miedo. Recuerdo que pasé años de mi vida con un nudo en el estómago permanente. Con una ansiedad tremenda. Fui un estudiante lamentable con bastantes problemas. Era un buen chaval, pero a veces no lo parecía», descubría sincero. Y agradecía el apoyo incondicional de su madre. «Es la persona más fuerte que conozco. No es fácil ser alguien débil a su lado. Yo tenía la sensación de que no podía fallar», afirmaba. 

Del Val está casado con Nuria Roca y ella también aparecía en la conversación. «Tengo la certeza de que no habría sido feliz con nadie más. Comprenderme no es nada sencillo. Llevamos 24 años juntos, pero siempre tenemos un carácter provisional de las cosas, como si se pudiera acabar mañana. A veces hemos hablado de que podríamos separarnos y yo tengo clarísimo que podría estar con muchas personas, pero una pareja sería imposible. Ella no lo tiene tan claro», declaraba. 

Motos no dudó en destapar algo que a punto estuvo de dinamitar la amistad que le une a Del Val. «Somos muy amigos, pero este año tuvimos una crisis muy gorda porque te hicieron una oferta de mucha pasta de otra cadena de televisión y yo me lo tomé horriblemente mal», anunciaba. Su interlocutor torcía el gesto. «¡Joder, macho! A ver… Es verdad que cuando alguien te llama y te dice que te quiere y que eres muy guapo es algo que te reconforta. Lo que me pasó contigo es que tuve muchísimo miedo a que dejarás de ser mi amigo. Eso me mató. Y sé que eso no podía ser», argumentaba serio. El maestro de ceremonias aclaró cómo acabó el conflicto. «Déjame que cuente cómo lo solucionaste. Hay un momento en que subes a mi camerino, entras y me dices que no lo habías arreglado. Me pediste que te dijera lo que pensaba de ti de verdad. Yo estaba acorralado y no quería hacerte daño. Así que te dije que necesitaba tiempo», contaba el comunicador. «Al final, en la vida lo único importante es la verdad. Me puedes pillar de muchas maneras, pero huyendo jamás. Y más de un amigo mío. Y salimos absolutamente fortalecidos de aquello. Cruzarme contigo ha sido uno de mis mayores golpes de suerte», brindaba Del Val antes de fundirse en un abrazo con Motos.

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