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Las agujas del reloj rondaban las dos de la madrugada cuando Jorge Javier Vázquez anunciaba que tenían una llamada en directo. Era José Antonio Rodríguez, el tío de Rocío Carrasco, que cogía el teléfono para desmentir a su sobrina. «Quiero aclarar unas cosas porque dicen ... que llevo nueve meses sin hablar. Yo suelo esperar a que la gente acabe de hablar y luego contesto, pero hay cosas que se pasan de la raya, mentiras que de tanto decirlas parece que son verdad», arrancaba el invitado sorpresa.
Una serie de reproches y dudas acerca de unas declaraciones de José Antonio en el Tribunal de la Rota, repletos de contradicciones y disertaciones que rozaban el surrealismo, provocaron el hartazgo de su sobrina. «¡Que me escuches, coño!», frenaba en seco Carrasco tratando de poner orden en un gallinero inexplicable. Y entonces el visitante inesperado cargaba contra la hija de Rocío Jurado. «Yo no me creo lo que cuenta porque conocemos las dos versiones», bramaba sobre la probada agresión que sufrió Carrasco de su hija, Rocío Flores.
«Creo que es una falta de respeto lo que estás haciendo», afeaba el presentador. Pero José Antonio no se arredraba. «¿La opinión de ella es la única que vale?», preguntaba irónico. El comunicador insistía: «No puedes pisotear así a tu sobrina». El aludido seguía empeñado en defender su versión con argumentos endebles y numerosas incoherencias. Y detrás de él se escuchaba a su mujer, Gloria Mohedano, exhortándole para que colgara el teléfono. «¡Ya vale!», se oía de fondo. «He metido la pata y esta noche me va a caer una bronca tremenda», afirmaba José Antonio consciente de su error. «No hay nada peor que la ignorancia», calificaba Carrasco torciendo el gesto.
La terrible llamada marcó a fuego los últimos minutos del programa. «Si este es el nivel, no me extraña que lleves tantos años sin hablar con ellos», comentaba con sorna Vázquez dirigiéndose a Rocío. Y exclamaba mirando a cámara: «¡Sois unos desalmados!». Ni documentos oficiales ni una sentencia firme de malos tratos convencían al convidado telefónico que reiteraba una y otra vez que no apoyaban a su sobrina, incluyendo a los demás miembros del clan Mohedano en su disertación.
«Ha quedado claro que no tienen el más mínimo amor hacia ti», opinaba Jorge Javier mirando a una Rocío Carrasco imperturbable. «Nunca pensé que esto se pudiera producir, estoy en shock», afirmaba el comunicador que no se cortaba al observar: «No tienes una familia, tienes una epidemia». La hija de 'la más grande' explicaba su postura: «No soportan que yo avance». Y el periodista remataba: «Se ha retratado como una mala persona».
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