Mila Ximénez, a punto del desmayo en 'GH Vip'

Durante toda la gala Jorge Javier Vázquez incitó a la audiencia a votar para ver quién preferían que se quedase confinado en el reducto. Estaba claro que, conociendo el carácter sádico del personal, los elegidos iban a ser los dos grandes archienemigos. Era una apuesta más para conocer los límites de Mila, que no aguanta al cantante y lo ha dicho por activa y por pasiva. Y dio la sensación de que esta vez la organización tuvo que recoger cable y dar marcha atrás. El ataque de ansiedad que sufrió la periodista no era broma. «No puedo respirar. Os prometo que me voy ahora mismo. Necesito salir», gritaba aporreando agitada la puerta. Y la abrieron, ¡vaya que sí la abrieron! Una vez en el jardín, la verja que separaba a la colaboradora de 'Sálvame' de sus amigos fue otra penitencia insufrible. Habían anunciado a bombo y platillo que el confinamiento iba a ser más largo, si no de qué va a votar el respetable para vivir solo un destierro de poco más de un cuarto de hora. Pero la tesitura en la que se vieron hizo cambiar la jugada y levantar la valla antes de tiempo.

Hasta el 'malo' de la película cambió su rol visto lo visto. Hugo perdió su eterna mueca y se dedicó a poner mantas sobre Mila para intentar tranquilizarla. «No le deis más abrigos que ya está bastante abrigada», clamaba el presentador desde el estudio. Una vez rescatada, Mila Ximénez temblaba y trataba de justificarse: «Me encuentro muy mal psicológicamente y no voy a poder con esto. No puedo dormir, no descanso. Pensaba que estaba más preparada», decía con un hilo de voz. «Han sido unas imágenes que nos han impactado, ha habido un silencio sepulcral en el plató. Y no penséis que sois muñecos de feria», argumentaba Vázquez solícito. Lo malo es que algunas veces es para pensarlo porque todos se olían que algo parecido podía pasar. Los llevan al límite y en ocasiones de forma muy cruel.

Por lo demás, Hugo Castejón se ha salvado de las nominaciones y recordó su relación con Marta Sánchez en la 'curva de la vida' -«fue una historia muy bonita», aseguró-, y Adara y el Maestro Joao se la juegan el jueves, y el vidente va tocado porque el supuesto alegato favorable que debía dedicarle Pol Badía desde plató fue un regalo envenenado. Así están las cosas.