Mikel Goñi, invitado sorpresa en el debate de 'El Conquis' tras salir de la cárcel

«Estoy desentrenado, eh», ha comentado sin todavía sentarse en la silla. Sonriente en todo momento, ha comentado que está «en plena vuelta a la realidad». Cómodo ante las cámaras, ha admitido que durante su estancia en «el hotel, en seis metros cuadrados», no ha seguido de cerca 'El Conquis', ya que le venían muchos recuerdos y se emocionaba. «Se te revuelven las tripas y te viene todo». «Vengo a pelo», ha admitido, para añadir después que se ha puesto al día gracias a su hermano y a la ayuda del exciclista David Seco, favorito para Mikel Goñi y 2012 y gran amigo desde entonces.

«He estado tres años como capitán, pero desde el minuto uno hubo relación». Eso sí, el de Oronoz-Mugaire también le ha lanzado una pulla. «Te has librado de que no me llevaran de concursante a mí», a lo que el presentador de 'El Conquistador del Caribe', Patxi Alonso, ha respondido «bueno, espérate». No cabe duda de que la presencia de Mikel Goñi en el programa daría mucho de que hablar.

Durante su presencia en el reality, Goñi ha hecho gala de su competitividad y ha admitido que «no me gusta perder ni a las chapas». Y, cómo no, el de Oronoz-Mugaire ha empatizado con los concursantes de ' El Conquis' ante las continuas polémicas con los vídeos resumen que muestra el concurso. «A lo largo del día haces muchas cosas y a veces solo se muestra una parte». Momento en el que Seco le ha recordado a Mikel Goñi que él era un protagonista habitual de estos vídeos, golpe que el expelotari ha encajado con una sonrisa y sin entrar al trapo.

También ha habido momentos para rememorar los grandes momentos y las polémicas que dejó Mikel Goñi en sus diferentes participaciones en 'El conquis' como concursante y capitán. Especial apartado han tenido sus continuas impugnaciones, sus discusiones con su «amigo» Julian Iantzi o sus peticiones para «ver las imágenes». Casi tanto como el «momento de la legionella» en la edición de 2006 que terminó con Mikel Goñi ingresado en Argentina «por una neumonía» cuando era capitán de uno de los dos equipos.

Goñi fue condenado a ocho años y tres meses por secuestrar, amenazar y agredir a dos personas a las que acusaba de haberle robado una plantación de marihuana de una vivienda que les había alquilado. Después de cumplir tres años y dos meses de la condena en la prisión de Zaballa, el de Oronoz-Mugaire ha accedido al tercer grado. En la cárcel, trabajó en el economato y en la cafetería tras sacarse el título de cocinero.

En una entrevista anterior en un programa de ETB, el expelotari reconoció que acabó en la cárcel porque «no hizo bien las cosas» y afirmó que fuera de ella el «aterrizaje es complicado». «Ahora -concluía el expelotari- lo que quiero es llevar una vida tranquila. No hay otra, a lo hecho pecho y fuera». Asimismo, explicaba que ahora tiene un trabajo y que disfruta de su libertad con amigos y paseos.

La historia de Goñi II es la de un joven pelotari que pudo ser uno de los grandes, gracias a una derecha poderosa y una zurda espectacular, que de tocar el cielo con la yema de los dedos terminó en los infiernos. Debutante en profesionales con 18 años, su sola presencia era reclamo suficiente para colgar el cartel de no hay billetes. En 1999 fue subcampéon del Parejas junto a Zezeaga y en 2001 se calzó la txapela del Cuatro y Medio navarro. Vivía días de vinos y rosas, tras ganar a vigentes campeones manomanistas como Beloki y Barriola. Tenía todo a su favor para inscribir su nombre en los anales de la pelota pero su conducta desordenada le llevó por una senda equivocada de la que nunca supo o pudo salir.

Goñi fuera de la cancha era igual de osado que dentro de ella. Para el recuerdo la anécdota en la que el pelotari navarro estaba apostado en la puerta del frontón de Alsasua, fumando un cigarrillo antes del partido, y vio pasar a su lado a Julián Retegui. El joven no se contuvo y le preguntó a la leyenda: «¿Qué tengo que hacer para ser como tú?». Y Retegui II, uno de los mejores pelotaris de todos los tiempos, no se cortó un pelo. «Si te quitasen la cabeza y te pusieran la mía igual conseguirías algo grande».