Miguel Ángel Revilla le da un toque de atención a Pedro Sánchez en 'El Hormiguero'

Cada vez que Miguel Ángel Revilla asiste a 'El Hormiguero' abundan los titulares y su discurso se convierte en el único protagonista del programa. Esta vez, el político acudía tras haber perdido las elecciones y, con ello, su cargo de presidente de Cantabria. «No lo he notado casi nada porque no he ido de presidente por la vida. Hay dos cosas que les afectan mucho a los que dejan los cargos: los guardaespaldas, todavía hay ex ministros que los llevan, y lo del coche oficial, es muy cómodo que te vengan a buscar a la mañana y no tengas que pagar la gasolina. Yo nunca he llevado escoltas, ni en la época más dura de ETA, y siempre he viajado con mi Peugeot», revelaba.

«Ahora voy a conocer España que es maravillosa», avanzaba el entrevistado sobre su futuro más cercano. «A mí siempre me ha querido la gente. Y cuando pierdes unas elecciones y eres un poco mayor, hay como un sentimiento compasivo de la gente», confesaba antes de meterse en harina. Pablo Motos indagaba en la situación actual que vive el país. «Casi todos los políticos actúan ahora al toque de corneta porque se juegan el cocido. Sé que lo que voy a decir no le va a gustar a mucha gente, pero es el momento de mojarse. Es una situación complicada. La concordancia entre lo que se dice y lo que se hace debería de ser sagrado. Es grave que estemos viendo cómo los políticos son capaces de decir una cosa y luego hacer otra. Yo quiero conocer en qué va a consistir eso de la amnistía, pero más allá de que sea legal o no, hay un incumplimiento terrible de lo que se ha dicho a los españoles. Y luego, esta va a ser una amnistía a la carta para un determinado grupo de personas. Y lo más importante para mí, el juez Manuel Marchena dictó una sentencia ejemplar. ¿Qué estará pensando ahora cuando le dicen que aquello que juzgó no era justo? ¿En qué papel queda? ¿Y los que fueron a la cárcel? A mí me meten cuatro años a la cárcel y al fugado le dan la amnistía, y yo reclamo esos cuatro años a precio de oro. Supongo que lo harán», reflexionaba antes de sentenciar: «Veo que España va a ser muy ingobernable».

Hubo un tiempo en que Revilla tenía una extraordinaria relación con Pedro Sánchez. «Le apoyé. Y a mí me consultaba», aseguraba. Los tiempos cambian y el político quiso enviarle un mensaje directo. «Querido Pedro. Hace un mes, me aventuré a marcar tu teléfono. No hubo respuesta. Me hubiera gustado decirte que, si yo escuchara ahora de señores como Puigdemont que metió la pata y piden perdón, perdonaría. Pero es que dicen que van a hacer lo mismo. Te metes en un terreno complicado. Esto está abocado a otras elecciones y es lo que deberías hacer. Si ahora te plantas y convocas unas nuevas elecciones, creo que no vas a sacar menos votos. Probablemente subiría bastante. Yo te votaría. Ahí queda eso», brindaba.

Tras el recado al presidente, tocaba dirigirse a su rival. «Mira Alberto (Núñez Feijoo), creo que tienes analizado lo que te ha ocurrido en las elecciones. Estabas por encima de los 150 diputados ocho o nueve días antes. Lo que te mató es que la gente se dio cuenta de que lo de gobernar con Vox iba en serio. España no quiere un gobierno de extrema derecha. Es mala compañía y si no consigues hacer amigos más allá de Vox, no vas a ser presidente», sugería.

En la charla también habló de la época en la que Revilla vivió en Euskadi. «Me molestaba que en mi querido Bilbao a los de Cantabria nos llamaran cucos porque, durante más de 200 años, había fueros en determinados lugares que te libraban de la mili. Entonces, las cántabras se buscaban alguna amistad en el País Vasco para parir allí y que sus hijos no fueran a la mili», descubría. Y finalizaba con elogios para Motos. «Tú sabes que eres el puto amo ahora en las televisiones, y que el que intenta comerte tajada se tiene que ir… No me seas irónico que sabes que eres el capo desde hace años», ponderaba.

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