Jokin, el concursante vasco de 'Masterchef', se despide entre lágrimas pero con una oferta de trabajo

La undécima gala del reality de cocina empezó con fuerza. Tocaba visita de los familiares y eso siempre supone un impulso para ellos. La primera prueba era cocinar para los jueces de la Guía Repsol aunque en ningún momento el programa les mostró en pantalla. David y sus callos obtuvieron el premio de plasmar la receta en el libro del ganador y lograr la inmunidad.

Lo que parecía una noche sin dramas en las cocinas de 'Masterchef' pronto se torció en la prueba grupal. El equipo azul fue un caos. A Vero le volvió a quedar grande la capitanía y falló en el servicio. Los del equipo rojo tampoco brillaron en exceso pero se llevaron el gato al agua pese a un despiste de Adrián. Así, los duelos que determinarían la expulsión serían los de María Lo, Vero, Claudia y Jokin.

Vero gastó su pin de inmunidad y la expulsión era cosa de tres. Jokin elaboró unas gyozas y una ensalada vasca pero fue insuficiente para derrotar a Claudia. Se la jugaba a una carta contra una de las favoritas, María Lo. El último plato consistía en elaborar un pulpo a la gallega-thaiandés en 45 minutos. Jokin entregó un plato con una masa «chiclosa pero buen sabor» y eso le costó la expulsión.

El guipuzcoano se despidió entre lágrimas: «Es un orgullo irme con el trabajo que he hecho». Y Jordi Cruz premió su concurso con una oferta de trabajo. «Sabiendo el sacrificio y preocupación que tienes por tu familia, si tu sueño es ser cocinero y quieres, te juro que si te puedo ayudar serás un gran cocinero. Te espero en la que quieras de mis casas y me ocuparé de que brilles y los tuyos estén contentos».