La 'insoportable' Ofelia se pelea con todos y crucifica a María: «Se cree la Barbie de Tomelloso»

La joven de Santiago, «hiperactiva diagnosticada» desde niña, no deja títere con cabeza y encuentra cualquier momento bueno para sacar a relucir sus filias y sus fobias en pro de la sinceridad. Su principal rival parece ser María, la concursante castellano manchega, cuyo perfil es el de la persona competitiva que busca ser mejor que todos los demás. Ya lo dejó claro al entrar en plató la primera vez: ella ha venido a ganar. Y de momento, tiene mano para hacerlo, según los jueces, Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez.

Anoche, Ofelia la tomó con ella en la prueba de exteriores. No hay 'feeling', pero un cambio de última hora provocó el enfado de la gallega. En la primera competición, Arnau y Amelicious fueron los mejores y les tocó capitanear a los equipos en la segunda. El primero consiguió rodearse de los compañeros con los que más a gusto trabaja, entre los que está María, que se convirtió en su mano derecha. Ofelia quedó relegada al grupo segundo, como Amelicious como jefa y Toni de segundo.

Sin embargo, mediada la prueba, los jueces hicieron una de las suyas: cambio de capitanes... y subjefes. Eso obligó a que la gallega tuviera que trabajar con su archienemiga. Y no le gustó nada. Acabó cargando contra ella de malas maneras: «Se cree la Barbie de Tomelloso y yo prefiero ser una normal de Santiago». No fue la única con la que tuvo rifirrafe. También con Vero, y eso que se apoya mucho en ella. Pero la de Santiago tiene mucho carácter y una manera de decir las cosas que no cala.

Tanto es así que el malestar entre su grupo era patente. Y al final todos se llevaron la reprimenda de Jordi Cruz por ello. Empezó suave, pero acabó echándoles una buen bronca. «Tenéis que corregir errores, ayudar y asumir responsabilidades, no criticar», les dijo. Y acabó por poner pingando su solomillo: «¡Vergonzoso!». Parece que Ofelia tiene los favores del cocinero catalán.

El resultado fue que todos acabaron en la prueba de eliminación. Bueno, todos no, los jueces salvaron a Fran, que tenía el delantal negro desde el principio, al considerar que su trabajo había sido muy bueno y merecía ser salvado por ello. Este concursante se está ganando el corazón de todos con su humildad y su manera de hacer las cosas, sin grandes alharacas.

A la expulsión llegaron seis: Álex, Arnau, Dani, María, Ofelia y Vero. Y allí les esperaba la mantequilla para batirse el cobre. Aunque antes de eso, la gallega disparó contra su capitán. «Yo creo que Arnau se basó en hacer su equipo en función de la gente a la que podía mandarle mejor», denunció. Todos se le echaron encima menos el aludido, que pidió que la dejaran terminar. «Era más fácil que todo esto. La estrategia mía era clarísima y era un equipo sin Ofelia», replicó.

La prueba se organizó en tres tandas. Primero tenían que hacer una especiada en 20 minutos. Los mejores fueron Ofelia y el vasco Dani, que de momento está pasando de puntillas por todos los momentos de tensión. Aunque muchos acusaron a la primera de 'copiar' a Arnau, que apostó por aromatizar el producto con trufa... y «casualidades de la vida», una acabó en la mesa de ella. «Igual se ha inspirado», soltó él.

Luego, tocó una tarta Sara en 40 minutos que salvó a Arnau y Vero. Y el reto final fue un lenguado a la Menier con patatas asadas en 20 minutos. Ahí, solos ante el peligro quedaron el catalán Alex y María. Las dotes del primero no dieron para mucho y los jueces se quedaron espantados con su plato. «Está totalmente crudo y está imposible de comer», dijeron. La de Tomelloso tampoco tuvo mucha suerte: «La salsa no está rica y le falta salta y pimienta». Pero al final, la 'Barbie de Tomelloso' consiguió subir las escaleras.

«Me voy abrasada, me voy con quemaduras, pero no me voy de 'MasterChef'», se felicitó.