El suceso trágico que cambió a Mario Vaquerizo para siempre

Mario Vaquerizo y Alaska fueron los protagonistas del último episodio de 'Joaquín, el novato', que además estrenó un novedoso formato. Esta vez Joaquín no estaba solo, le acompañaba su mujer Susana Saborido. Así que ambos se repartieron las entrevistas. Él se fue con Alaska y ella con Vaquerizo.

La charla de Susana y Mario estuvo marcada por las críticas que ha recibido el cantante en los últimos meses. Muchos de sus fans no entendieron que presumiese de lucir una camiseta de la legión, y que posase junto a Little Joe, cuando este llevaba una camiseta con el lema 'una grande y libre' y el Valle de los caídos impreso. A las últimas polémicas se sumaban las críticas que vienen de lejos, las que cuestionan su orientación sexual.

Así que Vaquerizo se puso firme y contestó a todos. Las que le vinculan con el franquismo, le duelen: «Yo las llevo mal por el daño que le puedan hacer a mi madre, porque hablan sin saber. Además, me están dando una importancia que ni yo mismo me la doy». Las que afectan a su relación con Alaska, le duelen más todavía: «Todos mis amigos son maricones. No son gais, son maricones. Esto no lo estoy diciendo como un insulto. Porque el insulto no está en la palabra, sino en la intención de cómo lo dices. (...) Lo que me da rabia es que están cuestionando a mi mujer. ¿Qué pasa, que es una muñeca? ¿Mi mujer se va a morir de inanición? La estás cuestionando a ella. Por un lado, estás diciendo que es la mujer más inteligente de España, ¿pero después va a ser una tonta en casa? Eso es lo que de verdad me enerva», sentenció.

Vaquerizo sacó todo su carácter, y mientras, Alaska le confesaba a Joaquín que a Mario se le había «agriado» el carácter. «El no era así», insinuó. Aunque el cambio de personalidad de Vaquerizo viene de lejos, según explicó su mujer. Hace casi veinte años el hermano de Mario, Ángel, falleció con 32 años atropellado por una ambulancia. Un trágico suceso que le marcó. «Se convirtió en una persona menos paciente. No solo en lo íntimo, sino también en el trabajo».

Unos años antes de aquella muerte, la pareja empezó a entablar su amistad. Vaquerizo fue el encargado de promocionar uno de los primeros discos de Fangoria. Su relación con Alaska fue cada vez más «directa» y «estrecha», hasta que ella comenzó a sentir celos de la que entonces era novia del artista. «Yo no soy celosa, pero ahí me di cuenta de que me gustaba el chico», le confesaba entre risas a Joaquín. A partir de ahí, la amistad se consolidó de tal manera que surgió el amor y se casaron a final de año en Las Vegas.

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