Márquez le cuenta a Joaquín sus manías más sucias cuando se sube a una moto

El piloto español se mostró muy cercano con el futbolista y se sinceró hasta tal punto que le confesó sus manías menos higiénicas. Como por ejemplo, cuando se orina encima de la moto. Joaquín quiso saber qué se siente cuando uno tiene un apuro en plena carrera y Márquez fue muy sincero: «Si te estás meando, ¿sabes lo incómodo que es ir ahí con una presión? Tú tienes que controlar mucho la hidratación... Así que, te meas en el mono». A Joaquín le entró la risa floja.

Márquez trató de argumentar su teoría. «Yo en la parrilla de salida meo muchas veces», insistía. Como una forma de quitarse presión. «Es un chorrito calentito», reconocía el piloto. Joaquín no se pudo aguantar y le soltó la broma: «Los mecánicos dirán '¡Está perdiendo aceite!». El piloto recogió el guante y reconoció que ellos saben cuándo está meando por un gesto habitual que hace subido a la moto. «Entras en la oficina y dices 'He sudado mucho'. No pasa nada».

Entre broma y broma, Joaquín tuvo que ponerse serio y preguntarle por sus repetitivas lesiones. Márquez reconoció haber vivido la cara del motociclismo menos amable, aunque ahora está ya recuperado. «Me cambió el carácter. No me apetecía sonreír», aseguró.

El ocho veces campeón del mundo ha encadenado varias lesiones en el húmero desde 2020 que le han provocado numerosas operaciones en plena temporada. Fue el año pasado cuando regresó, por fin, completamente recuperado. Pero la mala suerte volvió a cebarse con él. Una caída le provocó diplopía, un problema de la visión por el cual ves doble, y, en ese momento, pensó en la retirada. «Veía doble y la vista es la vista. Tú puedes tener una lesión en el brazo, pero si no lo mueves te llegas a olvidar un poco, con la vista no».

Marc Márquez volverá a subirse a una moto durante la primavera y en marzo estará en la parrilla de Moto GP para tratar de sumar su noveno mundial e igualar la marca de su archienemigo, Valentino Rossi.