Manhunt: unabomber

Netflix olió que detrás de este suceso había una serie. Y acertó. La hay. Y es buena. Pero, además de eso, es adictiva y obliga al espectador a plantearse qué está haciendo con nosotros el mundo moderno y cómo una persona con un futuro esperanzador puede acabar abocado a una tarea tan terrible. En algún momento, por cierto, deberíamos detenernos a meditar por qué a la plataforma americana le interesan tanto los asuntos apocalípticos, sobre todo derivados de la tecnología. Cabe recordar que ‘Black Mirror’, que también invita a pensar en estos temas, se ha convertido en su buque insignia. También enlaza bien con ‘Mindhunter’ (otro título de Netflix), que traza el perfil de peligrosos criminales y su forma de actuar.

En ocho episodios, con ritmo trepidante -la expresión es tópica, pero en este caso cierta-, el consumidor se introduce en el mundo de Unbomb (acrónimo de UNiversity and Airline BOMbing) y va comprendiendo por qué escogió a cada una de sus víctimas y cómo la actuación del FBI influyó en esta trama y no especialmente para bien. Paul Bettany está estupendo trazando un personaje que sabe desconcertar al público que lo mira.