Luis Tosar y Carolina Yuste desvelan en 'El Hormiguero' cómo son sus enfados

Joseba Fiestras

Miércoles, 9 de octubre 2024, 00:26 | Actualizado 00:39h.

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«Una historia basada en hechos reales de la única agente de la Policía Nacional que consiguió infiltrarse en ETA y desmantelar el Comando Donosti», así definían Luis Tosar y Carolina Yuste en 'El Hormiguero' su película 'La infiltrada'. La protagonista real estuvo ocho años ejerciendo el trabajo. «Es demasiado. Estoy convencida que hubo un momento en que algo en su mente se quebró y algo de su personaje se quedó en ella», afirmaba la actriz que le ha dado vida en el largometraje. Tosar encarna a su superior. «Le llamaban 'el inhumano' porque parece ser que no era muy amigo de dormir y descansar, y eso lo aplicaba a todo su equipo», manifestaba el intérprete. 

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La pareja de cómicos conoció al policía, «y nos contó toda esta historia tal y como él la recordaba. Y nos presentó a otros miembros del operativo. Las referencias que tenemos de ella son desde ahí. Nos dijo que le había llamado mucho la atención cuando la conoció, que dentro de todos los posibles candidatos, ella llamaba especialmente la atención», desvelaban. Como curiosidad, al agente le parecieron muy cutres los coches que utilizaron en la película. 

«La historia de ella no se conocía y creo que es porque era una mujer», reivindicaba Carolina destacando que no llegó a conocer a su personaje. «Sabemos que leyó el guión y no emitió juicio alguno. Ella sigue en activo, pero está en otro país. Entiendo que habrá querido dejar todo esto atrás», opinaba la actriz que sufrió lo suyo en el rodaje. «Hay un momento en que te mete una ostia que parecía de verdad», comentaba Pablo Motos. Ella asentía. «Sí. Está dada, sí. Pero estaba pactadísimo. Así no hay que hacer nada, solo reaccionar. Lo difícil es no anticipar que te va a llegar el bofetón. Era importante para explicar también incluso la violencia que ejerce el jefe hacia su pupila. Y no fue a la primera perfecta, fueron tres o cuatro», descubría entre risas.

Yuste se metió a fondo en su personaje. «Cuando empecé todo el proceso de información, aunque una sabe la historia de nuestro país, había que documentarse. Me informé mucho y hay un momento en que el dolor es fuerte porque escuchas en primera persona el dolor de víctimas y de familias. Si tienes una mijita de sensibilidad por la vida, eso te toca. Y llegó un momento, allí en Donosti, que me tuve que poner el documental de David Bisbal para desconectar. Y es fantástico», contaba. 

Tosar, por su parte, apuesta por la aerotermia en su tiempo libre. «Es básicamente un aire acondicionado. Y va a unas tuberías que luego se convierten en suelo radiante. Eso ya lo hacían los romanos. Y estoy rallado porque a mí no me funciona bien e intento comprenderlo. Se más que los técnicos», afirmaba el cómico. 

La pareja no eludía hablar de sus momentos de enojo. «Tengo mucho temperamento y eso es fantástico porque sacar la ira hacia fuera es bueno para que no te salga una úlcera. Pero, a veces, una tiene que aguantarse las ganas de morder. Y lo que hago, básicamente, es quedarme en silencio y lanzar una mirada con una leve sonrisa. Por dentro digo que me caes mal y ahora mismo te mataría, pero no lo hago», explicaba Yuste. Tosar también confesaba: «Yo me enfado poco. Uno de verdad, hace tiempo que no lo he tenido. A mí me dices algo desagradable y me corto, me bloqueo. Mi cerebro tarda. Pienso a posteriori que tenía que haberle arrancado la cabeza».